Javascript DHTML Drop Down Menu Powered by dhtml-menu-builder.com

  LEGISLACIÓN EDUCATIVA

1. LEGISLACIÓN EDUCATIVA

 

LEY ORGÁNICA 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.

Educación Infantil:

Real Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación infantil.

Orden ECI/3960/2007, de 19 de diciembre, por la que se establece el currículo y se regula la ordenación de la educación infantil

Orden ECI/734/2008, de 5 de marzo, de evaluación en Educación infantil.

Decreto número 254/2008, de 1 de agosto, por el que se establece el currículo del Segundo Ciclo de la Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Orden de 22 de septiembre de 2008, de la Consejería de Educación, Ciencia e Investigación, por la que se regulan, para la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, la implantación, el desarrollo y la evaluación en el segundo ciclo de la Educación Infantil.

Real Decreto 1635/2009, de 30 de octubre, por el que se regulan la admisión de los alumnos en centros públicos y privados concertados, los requisitos que han de cumplir los centros que impartan el primer ciclo de la educación infantil y la atención al alumnado con necesidad específica de apoyo educativo en el ámbito de gestión del Ministerio de Educación.

 

Educación Primaria

Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria.

ORDEN ECI/2571/2007, de 4 de septiembre, de evaluación en Educación primaria.

Orden de 10 de diciembre de 2007, de la Consejería de Educación, Ciencia e Investigación, por la que se regula la Evaluación en Educación Primaria.

 

E.S.O. y Bachillerato.

Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria.

Real Decreto 1467/2007, de 2 de noviembre, por el que se establece la estructura del bachillerato y se fijan sus enseñanzas mínimas.

 

Toda la normativa educativa (Infantil, primaria y secundaria) tanto nacional como por Comunidades Autónomas:

http://www.educacion.es/cesces/informe-2004-2005/CCAA/pub/_idx_.htm

 

En el enlace anterior cada profesor puede consultar la legislación de su comunidad.

 

LAS COMPETENCIAS BÁSICAS EN EL ÁREA DEL INGLÉS

 

Un tema muy en boga hoy en día como es, las competencias básicas: qué son, cuáles se identifican en el currículum español, por qué se han introducido, cómo se adquieren, y finalmente nos referiremos a la contribución del área de inglés en la consecución de las competencias básicas, extrayendo unas conclusiones finales de todo lo planteado.

La Ley Orgánica de Educación (LOE) expone en su Preámbulo que uno de los fines más importantes del sistema educativo es:

“Fomentar el aprendizaje a lo largo de toda la vida implica, ante todo, proporcionar a los jóvenes una educación completa, que abarque los conocimientos y las competencias básicas que resultan necesarias en la sociedad actual, que les permita desarrollar los valores que sustentan la práctica de la ciudadanía democrática, la vida en común y la cohesión social, que estimule en ellos y ellas el deseo de seguir aprendiendo y la capacidad de aprender por sí mismos.”

La introducción que la Ley Orgánica de Educación (LOE) hace en el currículo del término competencias básicas no es una mera definición de un concepto, sino que implica una completa reformulación de los métodos de enseñanza. Del "saber" al "saber hacer", de "aprender" a "aprender a aprender"; el objetivo es que, una vez cumplida la etapa de escolarización obligatoria, los jóvenes hayan alcanzado una serie de competencias que les permitan incorporarse a la vida adulta y al mercado laboral de manera satisfactoria.

Se destaca, por tanto, la necesidad de promover una educación orientada a lograr que los alumnos se conviertan en personas capaces de integrarse en el mundo actual y, también, después de haber adquirido las competencias básicas en su etapa escolar obligatoria, ser capaces de continuar aprendiendo a lo largo de toda su vida.

En las últimas décadas, nuestra sociedad ha sufrido importantes cambios que demandan también respuestas diferentes en la formación de los futuros ciudadanos. Dentro del marco europeo se ha conseguido un esperanzador consenso sobre las finalidades de los sistemas educativos: nuestros alumnos y alumnas deben alcanzar al terminar su escolaridad obligatoria una serie de competencias fundamentales para desenvolverse en una sociedad cambiante y para construir un futuro participativo y democrático: LAS COMPETENCIAS BÁSICAS.

Esta nueva orientación puede, y debe, mejorar el currículo y los procesos de enseñanza y aprendizaje, y supone a su vez un nuevo reto para los docentes, que comienza por un nuevo proceso de formación y reflexión sobre el trabajo que se está desarrollando en las aulas.

 

¿Qué son las competencias básicas?

El sustantivo competencia y el adjetivo competente (Jiménez, 2006), están relacionados con aptitud, capacidad, disposición.

Las competencias básicas, también llamadas a nivel europeo competencias clave, representan un grupo de conocimientos, habilidades y actitudes, valores éticos, y emociones, transferibles y multifuncionales. Son competencias que toda persona necesita para su desarrollo y satisfacción personal, integración y empleo. Deben estar desarrolladas al finalizar la escolarización obligatoria.

También deben contribuir a transformar el concepto tradicional de enseñanza basado en la adquisición de conocimientos, en un concepto moderno de aprendizaje basado en la capacidad de resolver situaciones a lo largo de la vida.

Las competencias básicas se sustentan en la realización personal, la inclusión social, y la ciudadanía activa y contribuyen a adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje a la sociedad actual.

 

¿Qué competencias básicas identifica el currículo de la LOE?

El currículo de las áreas o materias de las diferentes etapas educativas obligatorias se ha diseñado de manera que cada una contribuya, en mayor o menor medida, al desarrollo y adquisición de ocho competencias básicas:

• Competencia en comunicación lingüística.

• Competencia matemática.

• Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico.

• Tratamiento de la información y competencia digital.

• Competencia social y ciudadana.

• Competencia cultural y artística.

• Competencia para aprender a aprender.

• Autonomía e iniciativa personal.

 

Competencia en comunicación lingüística: La adquisición de esta competencia supone que el estudiante es capaz de utilizar correctamente el lenguaje tanto en la comunicación oral como escrita, y asimismo saber interpretarlo y comprenderlo en los diferentes contextos. Debe permitir al alumno formarse juicios críticos, generar ideas y adoptar decisiones. En el caso de lenguas extranjeras, significa poder comunicarse en alguna de ellas de modo que se enriquezcan las relaciones sociales y favorezcan el poder desenvolverse en contextos diferentes.

Competencia matemática: Supone poseer habilidad para utilizar y relacionar números, sus operaciones básicas y el razonamiento matemático para interpretar la información, ampliar conocimientos y resolver problemas tanto de la vida cotidiana como del mundo laboral.

Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico: Es la habilidad para desenvolverse de forma autónoma en distintos ámbitos como la salud, el consumo o la ciencia, de modo que se sepa analizar, interpretar y obtener conclusiones personales en un contexto en el que los avances científicos y tecnológicos están en continuo desarrollo.

 

Tratamiento de la información y competencia digital: Esta competencia se refiere a la capacidad del alumno para buscar, obtener, procesar y comunicar información y transformarla en conocimiento. Esto supone habilidad para acceder a la información y transmitirla en diferentes soportes, así como hacer uso de los recursos tecnológicos para resolver problemas reales de modo eficiente.

 

Competencia social y ciudadana: Entre las habilidades de esta competencia se incluyen el conocerse y valorarse, saber comunicarse en diferentes contextos, expresar las ideas propias y escuchar las ajenas, comprendiendo los diferentes puntos de vista y valorando tanto los intereses individuales como los de un grupo, en definitiva habilidades para participar activa y plenamente en la vida cívica.

Competencia cultural y artística: Esta competencia se refiere a la capacidad de conocer, comprender, apreciar y valorar críticamente las distintas manifestaciones culturales o artísticas, así como saber emplear algunos recursos de la expresión artística para realizar creaciones propias.

Competencia para aprender a aprender: Se refiere al aprendizaje a lo largo de la vida, es decir a la habilidad de continuar aprendiendo de manera eficaz y autónoma una vez finalizada la etapa escolar. Esto implica, además de tener conciencia y control de las propias capacidades y conocimientos y estar debidamente motivado, el saber utilizar adecuadamente estrategias y técnicas de estudio.

Autonomía e iniciativa personal: Responsabilidad, perseverancia, autoestima, creatividad, autocrítica o control personal son algunas de las habilidades relacionadas con esta competencia, unas habilidades que permiten al estudiante tener una visión estratégica de los retos y oportunidades a los que se tiene que enfrentar a lo largo de su vida y le facilitan la toma de decisiones.

 

¿Por qué se han introducido estas competencias en el currículo?

En primer lugar, como una respuesta a la nueva demanda en materia de educación que requiere la sociedad actual. Una educación y formación que, más que enfocada a la pura adquisición de conocimientos se oriente al desarrollo de destrezas y habilidades que resulten útiles para los jóvenes a la hora de desenvolverse de manera autónoma en la vida diaria. Es decir, además de "saber" los alumnos deben saber aplicar los conocimientos en un contexto real, comprender lo aprendido y tener la capacidad de integrar los distintos aprendizajes, ponerlos en relación y utilizarlos de manera práctica en las posibles situaciones o contextos a los que se tengan que enfrentar diariamente.

 

Pero la introducción de estas competencias en el currículo no afecta únicamente al diseño de las áreas de aprendizaje, sino que también implica un cambio en la organización escolar, ya que ésta contribuirá también a la adquisición de las competencias básicas. Las normas internas de los centros, las instalaciones de que dispongan, la organización de la biblioteca escolar, las actividades extraescolares... todo ello debe estar orientado a facilitar el desarrollo de estas competencias. Asimismo, la labor del profesorado es fundamental para alcanzar los objetivos marcados por las competencias básicas que, además de los cambios que implica en el modo de enseñar, deberán evaluar a los alumnos no sólo por los conocimientos adquiridos, sino en la medida que estos han contribuido a la adquisición de las competencias y deben enfocar la acción tutorial a este objetivo, orientando y estimulando de manera personalizada el proceso de aprendizaje de los alumnos.

 

¿Cómo se adquieren las competencias básicas?

Las CC.BB. se pueden adquirir:

 

1. A través de Las diferentes áreas curriculares:

• Cada una de las áreas curriculares ha de contribuir al desarrollo de las competencias transversales y cada una de las competencias básicas se alcanzará desde el trabajo de varias áreas o materias.

 

2. Las medidas no curriculares o para curriculares:

 

• Acción tutorial de maestros y profesoras

 

• A través de la planificación y realización de actividades complementarias y extraescolares.

 

3. Son responsabilidad de la Comunidad educativa: de los centros escolares, la administración educativa, los profesores, y la familia; pero también se adquieren a través de la influencia de estamentos sociales extraacadémicos: medios de comunicación, otros agentes socioculturales, etc.

 

La contribución del área de Inglés a la consecución de las competencias básicas

Dentro de un currículo basado en el desarrollo de una serie de competencias básicas, el objetivo de cualquier materia debe ser contribuir a la consecución de las mismas. Se podría decir que los objetivos generales de etapa son la formulación de un número de competencias en los términos en que una materia puede ayudar a alcanzarlas. En el caso de las materias de Lengua Extranjera, el eje es evidentemente la Competencia en Comunicación en Lengua Extranjera, y esta competencia es la que tiene mayor peso dentro de los objetivos de etapa, pero estas materias también participan en el desarrollo de otras competencias.

 

A continuación presentamos los objetivos generales de Enseñanza Secundaria Obligatoria, para ver de qué manera se produce esa concreción de las competencias. Para hacerlo, en la siguiente tabla se presentan en dos columnas la competencia y el objetivo con el que se relaciona. En el caso de los objetivos que se refieren a la competencia en comunicación en lengua extranjera, en la columna de la izquierda se incluye la definición propuesta por el Consejo de Europa y que se ha asumido para este trabajo, reformulada según los aspectos específicos del objetivo correspondiente:

 

Como se puede ver, los objetivos generales presentan los aspectos de las competencias básicas que se pueden trabajar desde la materia de Lengua extranjera. En el caso de la competencia en comunicación en lengua extranjera, por ser el eje de la propia materia, se presenta la competencia de manera analítica, según las divisiones habituales utilizadas para la planificación de la misma.

 

En definitiva, podríamos señalar:

 

• Las competencias básicas, en la actualidad, son consideradas como objetivos claves de los sistemas educativos europeos.

• Tiene un carácter prescriptivo y transversal; todas las materias presentes en el currículo escolar obligatorio deben contribuir a su desarrollo.

• El área de inglés, por su carácter abierto y flexible, supone una oportunidad y un gran espacio para el desarrollo de las CC.BB.

• Las CC.BB. al igual que el área de inglés, pretenden e integran las tres formas de saber contemporáneo:

• El Saber Teórico (conocimientos); SABER

• El Saber Práctico (habilidades y destrezas para resolver problemas); SABER HACER

• El Saber Ser (actitudes); SER

 

• Desde el área de inglés se puede hacer una gran aportación formativa a través de los Objetivos Generales de la materia en la Educación obligatoria, o también, diseñando contenidos y actividades específicas que contribuyan a su mejora.

 

Fuentes legislativo-curriculares

 

• LOE. LEY ORGÁNICA 2/2006, DE 3 DE MAYO, DE EDUCACIÓN:

http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-2006-7899

• REAL DECRETO 1631/2006, DE 29 DE DICIEMBRE, POR EL QUE SE ESTABLECEN LAS ENSEÑANZAS MÍNIMAS DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA:

http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-2007-238

 


 

 

LA LENGUA EXTRANJERA EN EL CURRÍCULUM DE EDUCACIÓN PRIMARIA

 

Texto extraído de la ORDEN ECI/2211/2007, de 12 de julio, por la que se establece el currículo y se regula la ordenación de la Educación primaria.

 

Lengua extranjera

 

La mejora sustancial de los medios de comunicación, junto al desarrollo y extensión de las tecnologías de la información y la comunicación, han propiciado un incremento de las relaciones internacionales sin precedente. Por tanto, en la sociedad del siglo XXI hay que preparar a alumnos y alumnas para vivir en un mundo progresivamente más internacional, multicultural y multilingüe. Además, nuestro país se encuentra comprometido como miembro de la Unión Europea en el fomento del conocimiento de otras lenguas comunitarias. Por su parte, el Consejo de Europa en el Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación, establece directrices tanto para el aprendizaje de lenguas como para la valoración de la competencia en las diferentes lenguas de un hablante. Estas pautas han sido un referente clave en el currículo del área.

 

El área de Lengua extranjera tiene como objeto formar personas que puedan utilizarla para comprender, hablar y conversar, leer y escribir, por lo que su uso debe ser el punto de partida desde el inicio del aprendizaje. En la Educación primaria se parte de una competencia todavía muy elemental en la lengua extranjera, por ello, durante toda la etapa, serán de gran importancia los conocimientos, capacidades y experiencias en las lenguas que niños y niñas conocen para comprender y construir significados, estructuras y estrategias durante su participación en actos de comunicación. La comprensión de las diferentes situaciones de comunicación y el conocimiento de la estructura de los textos, les ayudará a identificar y adquirir los elementos lingüísticos concretos presentes en un acto comunicativo determinado.

 

La escasa presencia de las lenguas extranjeras en el ambiente es un factor condicionante, que hace que la mayoría de las oportunidades de aprendizaje se den sólo en el entorno escolar. Normalmente es la situación concreta de la clase de lengua extranjera el único lugar en el que la comunicación en dicha lengua puede llevarse a cabo y por lo tanto su aprendizaje. Esta circunstancia hace necesaria la inclusión de contenidos que incorporan situaciones de comunicación propias de ámbitos diversos además del académico, especialmente los de las relaciones sociales, los medios de comunicación y, con las lógicas adaptaciones, el literario.

 

El eje del área de Lengua extranjera en este currículo, lo constituyen los procedimientos dirigidos a la consecución de una competencia comunicativa efectiva oral y escrita, en contextos sociales significativos que permita expresarse con progresiva eficacia y corrección y que abarque todos los usos y registros posibles.

 

El Marco común europeo, define los diferentes estadios del desarrollo de la competencia comunicativa en una determinada lengua, en función de la capacidad del alumnado para llevar a cabo un conjunto de tareas de comunicación que exigen acciones para el cumplimiento de una finalidad comunicativa concreta en un contexto específico. Una actividad comunicativa concreta requiere la utilización del lenguaje oral y escrito y el uso de recursos y estrategias de comunicación, lingüísticas y no lingüísticas, pertinentes al contexto en el que tiene lugar. El objeto del área será pues el aprendizaje de las destrezas discursivas que pueden tener lugar en ámbitos diversos. El alumnado de Educación primaria puede actuar en la mayoría de estos ámbitos en actos de comunicación propios de su edad. De entre estos cabría destacar el ámbito de las relaciones sociales, que incluye las relaciones familiares, las prácticas sociales habituales y las situaciones y acciones cotidianas en el centro escolar; el académico, el relacionado con contenidos del área y de otras áreas del currículo; el de los medios de comunicación y, con las necesarias adaptaciones, el literario. Asimismo, el aprendizaje de una lengua extranjera ha de contribuir al desarrollo de actitudes positivas y receptivas hacia otras lenguas y culturas, y, al mismo tiempo ayudar a comprender y valorar la lengua o lenguas propias.

 

Los contenidos se han agrupado en bloques que ordenan los elementos de análisis de una realidad compleja, en relación a cuatro centros de atención con características y necesidades específicas en cuanto al proceso de enseñanza y aprendizaje: el lenguaje oral; el lenguaje escrito; los elementos constitutivos del sistema lingüístico, su funcionamiento y relaciones; y la dimensión social y cultural de la lengua extranjera.

 

Aunque el lenguaje oral y el escrito son dos manifestaciones diferentes de una misma capacidad y en los procesos tanto de aprendizaje como de uso, el hablante se apoya en uno u otro indistintamente, cada uno exige diferentes habilidades y conocimientos por los que los contenidos se refieren a ellos por separado. El bloque 1, Escuchar, hablar y conversar, adquiere, en esta etapa, especial relevancia. La limitada presencia de lengua extranjera en el contexto social, hace que el modelo lingüístico aportado por la escuela sea la primera fuente de conocimiento y aprendizaje del idioma. Los discursos utilizados en el aula son al mismo tiempo vehículo y objeto de aprendizaje, por lo que el currículo ha atendido tanto al conocimiento de los elementos lingüísticos como a la capacidad de utilizarlos para el desempeño de tareas comunicativas. Por otra parte, el modelo lingüístico aportado debe provenir de un cierto número de hablantes para recoger en la mayor medida posible, la variación y matices que un modelo lingüístico ambiental ofrece a los hablantes tanto en el aspecto fonético y prosódico como en la elección de expresiones concretas en situaciones conocidas de comunicación. De ahí la presencia en el currículo del uso de los medios audiovisuales convencionales y de las tecnologías de la información y la comunicación.

 

El bloque 2, Leer y escribir, en coherencia con el anterior, pretende la competencia discursiva en el uso escrito. En lengua extranjera los textos escritos son también modelo de composición textual y de práctica y adquisición de elementos lingüísticos. Las lógicas diferencias en la representación gráfica entre las lenguas que se conocen y la lengua extranjera, sugieren el uso y aprendizaje previos de las formas orales. El uso progresivo del lenguaje escrito dependerá del grado de conocimiento del código, que está en relación directa con el grado de seguridad que dicho código ofrezca en la representación gráfica de los sonidos de la lengua. Para superar esta falta de seguridad, el currículo incluye estrategias y recursos como el uso de diccionarios y otros medios de consulta, convencionales o digitales, para la comprensión y composición, con progresivo grado de corrección y complejidad, de todo tipo de textos.

 

El contacto con la lengua extranjera y su uso en situaciones de comunicación, permiten elaborar a quienes están aprendiéndola, un sistema conceptual elemental sobre su funcionamiento e incluso sobre las variables contextuales o pragmáticas asociadas a la situación concreta y al contenido comunicativo. Este es el objeto del bloque 3, Conocimiento de la lengua, que incluye tanto conocimientos lingüísticos, como contenidos de reflexión sobre el aprendizaje. El punto de partida serán las situaciones de uso que fomenten la inferencia de reglas de funcionamiento de la lengua, que permitan a las niñas y niños establecer qué elementos de la lengua extranjera se comportan como en las lenguas que conoce y qué estrategias le ayudan a aprender mejor, de manera que adquieran confianza en sus propias capacidades.

 

Por su parte, los contenidos del bloque 4, Aspectos socioculturales y consciencia intercultural, contribuyen a que los niños y las niñas conozcan costumbres, formas de relación social, rasgos y particularidades de los países en los que se habla la lengua extranjera, en definitiva, formas de vida diferentes a las propias. Este conocimiento promoverá la tolerancia y aceptación, acrecentará el interés por el conocimiento de las diferentes realidades sociales y culturales y facilitará la comunicación intercultural.

 

Contribución del área al desarrollo de las competencias básicas

 

El estudio de una lengua extranjera contribuye al desarrollo de la competencia en comunicación lingüística de una manera directa, completando, enriqueciendo y llenando de nuevos matices comprensivos y expresivos esta capacidad comunicativa general. Un aprendizaje de la lengua extrajera basado en el desarrollo de habilidades comunicativas, contribuirá al desarrollo de esta competencia básica en el mismo sentido que lo hace la primera lengua.

 

El lenguaje es el principal vehículo del pensamiento humano, la herramienta más potente para la interpretación y representación de la realidad y el instrumento de aprendizaje por excelencia, de ahí que el área, en la medida que contribuye a la mejora de la capacidad comunicativa general, lo hace también a la competencia de aprender a aprender. No obstante, su mayor contribución radica en que el aprendizaje de una lengua extranjera se rentabiliza enormemente si se incluyen contenidos directamente relacionados con la reflexión sobre el propio aprendizaje, para que cada niño y cada niña identifiquen cómo aprenden mejor y qué estrategias los hacen más eficaces. Esa es la razón de la introducción en el currículo de un apartado específico de reflexión sobre el propio aprendizaje. A su vez las decisiones que provoca esta reflexión favorecen la autonomía y, en este sentido, se puede afirmar que la lengua extranjera contribuye también al desarrollo de autonomía e iniciativa personal.

 

Las competencias citadas están en la actualidad en relación directa con la competencia en tratamiento de la información y competencia digital. Las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen la posibilidad de comunicarse en tiempo real con cualquier parte del mundo y también el acceso sencillo e inmediato a un flujo incesante de información que aumenta cada día. El conocimiento de una lengua extranjera ofrece la posibilidad de comunicarse utilizándola. Y, lo que es más importante, crea contextos reales y funcionales de comunicación.

 

Esta área contribuye en buena medida al desarrollo de la competencia social y ciudadana. Las lenguas sirven a los hablantes para comunicarse socialmente, pero también son vehículo de comunicación y transmisión cultural. Aprender una lengua extranjera implica el conocimiento de rasgos y hechos culturales vinculados a las diferentes comunidades de hablantes de la misma. Este aprendizaje, bien orientado desde la escuela, debe traducirse tanto en la capacidad como en el interés por conocer otras culturas y por relacionarse con otras personas, hablantes o aprendices de esa lengua. Al mismo tiempo, el conocimiento de otra lengua y de rasgos culturales diferentes a los propios contribuye a la mejor comprensión y valoración de la propia lengua y cultura y favorece el respeto, el reconocimiento y la aceptación de diferencias culturales y de comportamiento, promueve la tolerancia y la integración y ayuda a comprender y apreciar tanto los rasgos de identidad como las diferencias.

 

Por último, y aunque en menor medida, esta área colabora en el desarrollo de la competencia artística y cultural si los modelos lingüísticos que se utilizan contienen, aun con las limitaciones de esta etapa, producciones lingüísticas con componente cultural.

 

Objetivos

 

La enseñanza de la Lengua extranjera en esta etapa tendrá como objetivo el desarrollo de las siguientes capacidades:

 

1. Escuchar y comprender mensajes en interacciones verbales variadas, utilizando las informaciones transmitidas para la realización de tareas concretas diversas relacionadas con su experiencia.

 

2. Expresarse e interactuar oralmente en situaciones sencillas y habituales que tengan un contenido y desarrollo conocidos, utilizando procedimientos verbales y no verbales y adoptando una actitud respetuosa y de cooperación.

 

3. Escribir textos diversos con finalidades variadas sobre temas previamente tratados en el aula y con la ayuda de modelos.

 

4. Leer de forma comprensiva textos diversos, relacionados con sus experiencias e intereses, extrayendo información general y específica de acuerdo con una finalidad previa.

 

5. Aprender a utilizar con progresiva autonomía todos los medios a su alcance, incluidas las nuevas tecnologías, para obtener información y para comunicarse en la lengua extranjera.

 

6. Valorar la lengua extranjera, y las lenguas en general como medio de comunicación y entendimiento entre personas de procedencias y culturas diversas y como herramienta de aprendizaje de distintos contenidos.

 

7. Manifestar una actitud receptiva y de confianza en la propia capacidad de aprendizaje y de uso de la lengua extranjera.

 

8. Utilizar los conocimientos y las experiencias previas con otras lenguas para una adquisición más rápida, eficaz y autónoma de la lengua extranjera.

 

9. Identificar aspectos fonéticos, de ritmo, acentuación y entonación, así como estructuras lingüísticas y aspectos léxicos de la lengua extranjera y usarlos como elementos básicos de la comunicación.

 

Primer ciclo

 

Contenidos

 

Bloque 1. Escuchar hablar y conversar.

 

Comprensión y uso de las expresiones relacionadas con los hábitos y rutinas para la organización de los espacios, el uso de objetos y materiales y el control del flujo del tiempo durante la jornada escolar.

 

Escucha y comprensión de mensajes sencillos procedentes de diferentes soportes audiovisuales e informáticos.

 

Producción de textos orales conocidos mediante la participación activa en rutinas de clase, representaciones, canciones, recitados, dramatizaciones, repitiendo y reproduciendo frases cortas o partes de un poema.

 

Interacción oral en situaciones reales o simuladas a través de respuestas verbales y no verbales de uso frecuente en las rutinas de comunicación.

 

Desarrollo de estrategias básicas para apoyar la comprensión y expresión oral: uso del contexto visual, gestual y verbal y de los conocimientos previos sobre el tema o la situación transferidos desde las lenguas que conoce a la lengua extranjera.

 

Reproducción en grupo de textos orales sencillos, con carácter lúdico o literario (poemas, canciones, cuentos...), repitiendo partes o la totalidad del texto.

 

Valoración de la lengua extranjera como instrumento para comunicarse.

 

Actitud de cooperación y de respeto en situaciones de aprendizaje compartido.

 

Actitud de valoración y respeto de las normas que rigen la interacción oral (turnos de palabra, volumen de voz y ritmo adecuado).

 

Bloque 2. Leer y escribir.

 

Lectura de palabras, expresiones y frases sencillas, previamente conocidas a través de interacciones orales reales o simuladas.

 

Iniciación en el uso de estrategias de lectura: uso del contexto visual y verbal y de los conocimientos previos sobre el tema o la situación transferidos desde las lenguas que conoce.

 

Escritura de palabras y frases, conocidas previamente en interacciones orales y lectura posterior, para transmitir y compartir información, o con intención lúdica.

 

Producción de diferentes textos sencillos a partir de modelos, utilizando expresiones y frases muy conocidas oralmente, para con diversas intenciones comunicativas (hacer un listado, una nota o completar textos).

 

Iniciación a la utilización de programas informáticos educativos para leer y escribir mensajes sencillos.

 

Interés por la corrección y la presentación de los textos escritos.

 

Interés por los textos escritos como medio de expresión y comunicación de experiencias y de organización de la convivencia.

 

Bloque 3. Conocimiento de la lengua.

 

Conocimientos lingüísticos:

 

Uso de algunos aspectos elementales fonéticos, de ritmo, de acentuación y entonación, para la comprensión y para la producción oral.

 

Uso de formas y estructuras básicas en interacciones orales, utilizando las más adecuadas así como los recursos expresivos que apoyen la comunicación: saludar y despedirse; dar las gracias; presentarse; pedir permiso, pedir ayuda; expresar y preguntar por gustos de forma breve; describir de forma elemental cosas de su entorno; decir cómo se siente).

 

Reconocimiento y uso del léxico y expresiones habituales en el ámbitos personal y de las relaciones sociales, a partir de los conocimientos adquiridos en las interacciones reales o simuladas en el aula y de los conocimientos y experiencias adquiridos a través de las lenguas que conoce.

 

Asociación global de grafía, pronunciación y significado a partir de modelos escritos que representan expresiones orales conocidas.

 

Familiarización con el uso de las estrategias básicas de la producción de textos a partir de un modelo: selección del destinatario, propósito y contenido.

 

Interés por utilizar la lengua extranjera en situaciones variadas.

 

Reflexión sobre el aprendizaje:

 

Uso de habilidades y procedimientos como repetición, memorización, asociación de palabras y expresiones con elementos gestuales y visuales y observación de modelos, para la adquisición de léxico y estructuras elementales de la lengua.

 

Utilización progresiva de medios gráficos de consulta e información y de las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación.

 

Confianza en la propia capacidad para aprender una lengua extranjera y gusto por el trabajo cooperativo.

 

Bloque 4. Aspectos socio-culturales y consciencia intercultural.

 

Reconocimiento y aprendizaje de formas básicas de relación social en lengua extranjera.

 

Actitud receptiva hacia las personas que hablan otra lengua y tienen una cultura diferente a la propia.

 

Criterios de evaluación

 

1. Participar en interacciones orales muy dirigidas sobre temas conocidos en situaciones de comunicación fácilmente predecibles, con valoración y respeto de las normas que rigen la interacción oral.

 

Con este criterio se evalúa la capacidad de responder de manera sencilla a peticiones, instrucciones o de dar informaciones. Las interacciones tratarán sobre temas conocidos, trabajados previamente o relacionados con necesidades de comunicación inmediatas como saludar y despedirse, presentarse, hablar de gustos, en situaciones comunicativas conocidas como rutinas, hábitos, lenguaje de aula, representaciones, recitaciones o canciones. Se valorará también la capacidad de participación activa en las actividades de aula y el respeto a las normas fundamentales que rigen las interacciones orales: escuchar y mirar a quien habla, esperar turno de palabra, ajustar el volumen de voz, etc.

 

2. Captar la idea global e identificar algunos elementos específicos en textos orales, con ayuda de elementos lingüísticos y no lingüísticos del contexto.

 

Con este criterio se evalúa si son capaces de captar progresivamente la idea global de un mensaje oral, en situaciones de comunicación cara a cara, con apoyo gestual y mímico y con las repeticiones necesarias y reconocer y comprender palabras clave y expresiones básicas, relacionadas con actividades de aula o del contexto escolar.

 

3. Leer e identificar palabras y frases sencillas presentadas previamente de forma oral, sobre temas familiares y de interés.

 

Este criterio evalúa la capacidad de leer, también en voz alta, y comprender palabras y frases conocidas oralmente a partir de todo tipo de actividades. La lectura se apoyará en elementos visuales y verbales referidos al contexto en que aparecen estas expresiones y formará parte de actividades lúdicas y comunicativas.

 

4. Escribir palabras, expresiones conocidas y frases a partir de modelos y con una finalidad específica.

 

En este criterio se evalúa si son capaces de escribir palabras y frases sencillas utilizadas oralmente y de forma frecuente y repetitiva en actividades variadas. La escritura debe partir de la observación de un modelo y ha de formar parte de la realización de una tarea concreta y con funcionalidad determinada como escribir una nota, hacer un cartel, felicitar un cumpleaños o completar una canción o un poema.

 

5. Reconocer y reproducir aspectos sonoros, de ritmo, acentuación y entonación de expresiones que aparecen en contextos comunicativos habituales.

 

Este criterio trata de evaluar si reconocen y son capaces de reproducir aspectos sonoros, de ritmo, acentuación y entonación cuando participan activamente escuchando, repitiendo y anticipando expresiones y en actividades de lectura en voz alta y siempre a partir de modelos.

 

6. Usar estrategias básicas para aprender a aprender, como pedir ayuda, acompañar la comunicación con gestos, utilizar diccionarios visuales e identificar algunos aspectos personales que le ayuden a aprender mejor.

 

Este criterio pretende evaluar la utilización de estrategias básicas que favorecen el proceso de aprendizaje como la utilización de recursos visuales y gestuales, la petición de ayuda y aclaraciones, el uso de diccionarios visuales y la valoración aunque sea muy elemental de sus progresos.

 

7. Usar las tecnologías de la comunicación y la información para aprender a aprender.

 

Con este criterio se pretende evaluar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación tanto como medio de acceso a contenidos lingüísticos en formato multimedia, como medio de expresión oral y escrita.

 

8. Mostrar interés y curiosidad por aprender la lengua extranjera y reconocer la diversidad lingüística como elemento enriquecedor.

 

Con este criterio se evalúa si participan, se esfuerzan y muestran interés en aprender la lengua extranjera. Asimismo se valorará si van tomando conciencia de la importancia de conocer lenguas para comunicarnos con personas de lugares diferentes y si aprecian la diversidad lingüística como un elemento enriquecedor para todos.

 

Segundo ciclo

 

Contenidos

 

Bloque 1. Escuchar hablar y conversar.

 

Escucha y comprensión de mensajes orales de progresiva complejidad, como instrucciones o explicaciones e interacciones orales o grabaciones en soporte audiovisual e informático para extraer información global y de algún detalle concreto.

 

Producción de textos orales conocidos mediante la participación activa en representaciones, canciones, recitados, dramatizaciones, interacciones... o bien, interacciones preparadas mediante un trabajo previo con ayudas y modelos.

 

Interacción oral en situaciones reales o simuladas dando respuestas verbales y no verbales que exijan elección entre un repertorio limitado de posibilidades, en contextos progresivamente menos dirigidos.

 

Desarrollo de estrategias básicas para apoyar la comprensión y expresión oral: uso del contexto visual y no verbal y de los conocimientos previos sobre el tema o la situación transferidos desde las lenguas que conoce a la lengua extranjera.

 

Actitud favorable para superar las dificultades que surgen habitualmente en la comunicación, en parte debido al conocimiento limitado de la lengua extranjera, utilizando recursos lingüísticos y no lingüísticos y estrategias de comunicación de las lenguas que conoce.

 

Creación de textos orales sencillos, con carácter lúdico o literario (poemas, canciones, cuentos...), reutilizando fórmulas y expresiones de dichos textos.

 

Valoración de la lengua extranjera como instrumento para comunicarse.

 

Desarrollo estrategias de cooperación y respeto que faciliten interacciones orales en grupo, siguiendo modelos pautados, para la realización de tareas en el aula.

 

Actitud de valoración y respeto de las normas que rigen la interacción oral (turnos de palabra, volumen de voz y ritmo adecuado).

 

Bloque 2. Leer y escribir.

 

Lectura y comprensión de diferentes textos en soporte papel y digital, adaptados a la competencia lingüística del alumnado, para utilizar información global y alguna información específica, en el desarrollo de una tarea o para disfrutar de la lectura.

 

Uso guiado de estrategias de lectura (utilización de los elementos del contexto visual y de los conocimientos previos sobre el tema o la situación transferidos desde las lenguas que conoce), identificando la información más importante, deduciendo el significado de palabras y expresiones no conocidas.

 

Lectura y escritura de textos propios de situaciones cotidianas próximas a la experiencia como invitaciones, felicitaciones, notas, avisos, folletos...

 

Composición a partir de modelos, de diferentes textos sencillos, utilizando expresiones y frases conocidas oralmente, para transmitir información, o con diversas intenciones comunicativas

 

Producción de textos escritos sencillos, con carácter lúdico o literario (poemas, canciones, cuentos...) y reutilizando fórmulas y expresiones contenidas en textos modelo.

 

Iniciación en el uso de estrategias básicas de producción de textos: a quién va dirigido, qué se quiere decir y cómo se va a organizar la información. Elaboración del borrador, revisión del texto para su corrección.

 

Utilización de las tecnologías de la información y la comunicación para leer, escribir, recopilar y transmitir información.

 

Interés por la corrección y la presentación de los textos escritos.

 

Interés por los textos escritos como medio de expresión y comunicación de experiencias, de organización de la convivencia y como instrumento de aprendizaje.

 

Bloque 3. Conocimiento de la lengua.

 

Conocimientos lingüísticos:

 

Uso e identificación de aspectos fonéticos, de ritmo, de acentuación y entonación para la comprensión y producción de breves textos orales.

 

Reconocimiento y uso de léxico, formas y estructuras básicas propias de la lengua extranjera, previamente utilizadas: disculparse y ofrecer ayuda; expresar necesidades inmediatas, pedir repeticiones o aclaraciones; hablar y conversar sobre sí mismo; expresar y preguntar sobre estados de ánimo; hablar de lo que se hace y aprende en el colegio).

 

Conocimiento de léxico, formas y estructuras estableciendo similitudes y diferencias con los equivalentes de otras lenguas presentes en el entorno para mejorar la comprensión y la expresión.

 

Asociación de grafía, pronunciación y significado a partir de modelos escritos, expresiones orales conocidas y establecimiento de relaciones analíticas grafía-sonido.

 

Iniciación al conocimiento y uso de las estrategias básicas de la producción de textos (elección del destinatario, propósito, planificación, redacción del borrador, revisión del texto y versión final) a partir de modelos muy estructurados.

 

Reflexión sobre el aprendizaje:

 

Uso de habilidades y procedimientos como repetición, memorización, asociación de palabras y expresiones con elementos gestuales y visuales, observación de modelos, lectura de textos, utilización de soportes multimedia, para la adquisición de nuevo léxico, formas, estructuras y usos de la lengua.

 

Reflexión sobre el propio aprendizaje y aceptación del error como parte del proceso.

 

Utilización progresiva de medios gráficos de consulta e información y de las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la comunicación y la información.

 

Confianza en la propia capacidad para aprender una lengua extranjera y valoración del trabajo cooperativo.

 

Bloque 4. Aspectos socio-culturales y consciencia intercultural.

 

Interés por conocer información sobre las personas y la cultura de los países donde se habla la lengua extranjera.

 

Conocimiento de algunas similitudes y diferencias en las costumbres cotidianas y uso de las formas básicas de relación social entre los países donde se habla la lengua extranjera y el nuestro.

 

Actitud receptiva hacia las personas que hablan otra lengua y tienen una cultura diferente a la propia.

 

Uso de la lengua extranjera como medio de relación social, desarrollando estrategias de colaboración y respeto.

 

Valoración de la propia cultura por medio del conocimiento y valoración de otras culturas, respeto y aceptación de ideas y costumbres distintas, siempre que sean respetuosas con los derechos individuales y colectivos.

 

Criterios de evaluación

 

1. Participar en interacciones orales dirigidas sobre temas conocidos en situaciones de comunicación predecibles, con valoración y respeto de las normas que rigen la interacción.

 

Con este criterio se evalúa la capacidad de expresar necesidades inmediatas como pedir permiso, pedir en préstamo objetos cotidianos, localizar objetos o personas, hablar sobre el tiempo atmosférico o sobre gustos o habilidades. Se valorará su participación en situaciones cotidianas como rutinas, hábitos, lenguaje de aula o en simulaciones, representaciones, canciones o recitaciones. También se evalúa con este criterio la actitud con la que participa en los intercambios y si manifiesta interés por las intervenciones de las demás personas. Se valorará también la capacidad de participación activa en las actividades de aula y el respeto a las normas fundamentales que rigen la interacción oral: escuchar y mirar a quien habla, esperar turno de palabra, ajustar el volumen de voz y utilizar un ritmo adecuado.

 

El respeto de los turnos de palabra y la adaptación del volumen, tono y ritmo de palabra a las características específicas de cada situación de comunicación.

 

2. Captar el sentido global, e identificar información específica en textos orales sobre temas familiares y de interés.

 

Este criterio quiere evaluar si son capaces de captar el sentido global de un mensaje oral apoyándose en elementos lingüísticos y no lingüísticos presentes en la situación de comunicación. También se refiere a la capacidad de reconocer y extraer palabras y expresiones conocidas que aparecen en expresiones más extensas aunque el texto no se comprenda en su totalidad.

 

3. Leer y captar el sentido global y algunas informaciones específicas de textos sencillos sobre temas conocidos y con una finalidad concreta.

 

Este criterio evalúa si son capaces de leer, también en voz alta, diferentes textos, adecuados a su competencia comunicativa como notas, normas de aula, postales, carteles o cuentos, cuentos y rimas sencillas, instrucciones que contengan vocabulario y expresiones conocidas, para extraer información global y específica, con ayuda de estrategias fundamentales de comprensión escrita como usar elementos del contexto lingüístico y no lingüístico, y transferir conocimientos de las lenguas que conoce.

 

4. Escribir frases y textos cortos significativos en situaciones cotidianas y escolares a partir de modelos con una finalidad determinada y con un formato establecido, tanto en soporte papel como digital.

 

Este criterio intenta valorar la capacidad para escribir textos diversos como notas y avisos, instrucciones o normas, cartas, felicitaciones, carteles, folletos, cómics o descripciones de lugares, gustos o aficiones. Se evaluará la capacidad de utilizar el modelo para producir un texto con cierto grado de autonomía, se evaluará la corrección ortográfica adquirida a partir de la observación de modelos y del conocimiento de las relaciones entre sonido y grafía.

 

5. Usar formas y estructuras propias de la lengua extranjera incluyendo aspectos sonoros, de ritmo, acentuación y entonación en diferentes contextos comunicativos de forma significativa.

 

Con este criterio se trata de evaluar la capacidad de los niños y niñas de reconocer y reproducir aspectos sonoros, de ritmo, acentuación y entonación cuando participan activamente escuchando, repitiendo y anticipando expresiones en actividades de lectura en voz alta y siempre a partir de modelos. También se evalúa si han comenzado el proceso de interiorización de ciertas formas y estructuras, su significado y su valor comunicativo.

 

6. Usar algunas estrategias para aprender a aprender, como pedir aclaraciones, acompañar la comunicación con gestos, utilizar diccionarios visuales y bilingües, recuperar, buscar y recopilar información sobre temas conocidos en diferentes soportes e identificar algunos aspectos personales que le ayudan a aprender mejor.

 

Este criterio pretende evaluar la utilización de estrategias básicas que favorecen el proceso de aprendizaje como la utilización de recursos visuales y gestuales, la petición de ayuda y aclaraciones, el uso cada vez más autónomo de diccionarios bilingües y de algunos medios tecnológicos básicos. También se evaluará la capacidad de ir valorando sus progresos, de poner ejemplos sobre estrategias que usa para aprender mejor y la adquisición de cierta autonomía en el uso espontáneo de formas y estructuras sencillas y cotidianas.

 

7. Usar las tecnologías de la comunicación y la información para aprender a aprender.

 

Con este criterio se pretende evaluar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación tanto como medio de acceso a contenidos lingüísticos e información en general en formato multimedia, como medio de expresión oral y escrita con interlocutores cercanos o lejanos.

 

8. Valorar la lengua extranjera como instrumento de comunicación con otras personas y mostrar curiosidad e interés hacia las personas que hablan la lengua extranjera.

 

Con este criterio se evalúa si tienen una actitud de curiosidad hacia quienes hablan la lengua extranjera u otras lenguas diferentes a la propia, también se observará la capacidad de valorar la diversidad lingüística como elemento enriquecedor de la sociedad y de apreciar las particularidades socioculturales de los hablantes de otras lenguas.

 

9. Identificar algunos aspectos de la vida cotidiana de los países donde se habla la lengua extranjera y compararlos con los propios.

 

Se evalúa con este criterio la capacidad de observar e identificar algunas diferencias y similitudes sobre aspectos de la vida cotidiana de los países dónde se habla la lengua extranjera en lo referido a horarios, comidas, tradiciones, festividades y formas de relacionarse de las personas y formas de relacionarse de las personas.

 

Tercer ciclo

 

Contenidos

 

Bloque 1. Escuchar hablar y conversar.

 

Escucha y comprensión de mensajes orales de progresiva complejidad, como instrucciones o explicaciones, interacciones orales, narraciones breves o grabaciones en soporte audiovisual e informático para extraer información global y específica

 

Producción de textos orales con progresiva autonomía, eficacia y complejidad basados en modelos y estructuras lingüísticas conocidas, mostrando interés por expresarse oralmente en actividades individuales o de grupo.

 

Interacción oral en situaciones reales o simuladas con progresiva autonomía, eficacia y complejidad de las expresiones utilizadas.

 

Desarrollo de estrategias básicas para apoyar la comprensión y expresión oral: uso del contexto visual y no verbal y de los conocimientos previos sobre el tema o la situación transferidos desde las lenguas que conoce a la lengua extranjera.

 

Disposición para superar las dificultades que surgen habitualmente en la comunicación, utilizando recursos lingüísticos y no lingüísticos y estrategias de comunicación de las lenguas que conoce.

 

Creación de textos orales sencillos, con carácter lúdico o literario (poemas, refranes, canciones, narraciones...), reutilizando fórmulas y expresiones de dichos textos.

 

Valoración de la lengua extranjera como instrumento para comunicarse

 

Desarrollo estrategias de cooperación y respeto que faciliten interacciones orales en grupo, progresivamente autónomas para la realización de tareas en el aula.

 

Actitud de valoración y respeto de las normas que rigen la interacción oral (turnos de palabra, volumen de voz y ritmo adecuado).

 

Bloque 2. Leer y escribir.

 

Lectura y comprensión de diferentes textos, en soporte papel y digital, adaptados a la competencia lingüística del alumnado, para utilizar información global y específica, en el desarrollo de una tarea o proyecto o para disfrutar de la lectura.

 

Uso progresivamente autónomo de estrategias de lectura: (utilización de los elementos del contexto visual y de los conocimientos previos sobre el tema o la situación transferidos desde las lenguas que conoce), identificando la información más importante, deduciendo el significado de palabras y expresiones no conocidas, releyendo, consultando diccionarios u otros medios en soporte papel o digital.

 

Lectura y escritura de textos propios de situaciones cotidianas de relación social, de medios de comunicación y de textos para aprender y para informarse.

 

Composición de textos propios de distintas situaciones de comunicación, progresivamente más extensos y ricos en léxico y estructuras, para transmitir información o con diversas intenciones comunicativas.

 

Producción de textos escritos sencillos, con carácter lúdico o literario (poemas, refranes, canciones, narraciones...), reutilizando fórmulas y expresiones de dichos textos.

 

Uso de estrategias básicas de producción de textos: a quién va dirigido, qué se quiere decir y cómo se va a organizar el texto, elaboración del borrador, revisión del texto para su corrección y adecuación progresiva.

 

Utilización de las tecnologías de la información y la comunicación para producir textos y presentaciones, recopilar y transmitir información

 

Interés por la corrección y la presentación de los textos escritos.

 

Interés por los textos escritos como medio de expresión y comunicación de experiencias, de organización de la convivencia y como instrumento de aprendizaje.

 

Bloque 3. Conocimiento de la lengua.

 

Conocimientos lingüísticos:

 

Pronunciación cuidada, ritmo, entonación y acentuación adecuados, tanto en la interacción y expresión oral como en la recitación, dramatización o lectura en voz alta.

 

Uso funcional progresivamente autónomo de algunas formas y estructuras básicas propias de la lengua extranjera, previamente utilizadas: pedir aclaraciones y explicaciones; hablar y conversar sobre temas familiares; hacer descripciones sencillas de objetos, lugares y personas y estados de ánimo; componer diálogos; realizar exposiciones sencillas sobre conocimientos diversos; narrar historias y sucesos familiares, preparar y realizar entrevistas y cuestionarios siguiendo modelos.

 

Ampliación de léxico, formas y estructuras estableciendo similitudes y diferencias con los equivalentes de otras lenguas presentes en el entorno, reflexionando sobre el funcionamiento de la lengua extranjera.

 

Asociación de grafía, pronunciación y significado a partir de modelos escritos, expresiones orales conocidas, establecimiento de las relaciones analíticas grafía-sonido y conocimiento de algunas irregularidades relevantes.

 

Utilización de las estrategias básicas de la producción de textos que utilicen y complementen los contenidos lingüísticos aprendidos en el trabajo en el aula (elección del destinatario, propósito, planificación, redacción del borrador, revisión del texto y versión final) a partir de modelos.

 

Interés por utilizar la lengua extranjera de forma correcta en situaciones variadas de progresiva extensión atendiendo a la corrección y a la adecuación de las expresiones.

 

Reflexión sobre el aprendizaje:

 

Uso de habilidades y procedimientos como repetición, memorización, asociación de palabras y expresiones con elementos gestuales y visuales, observación de modelos, lectura de textos, utilización de soportes multimedia y de las tecnologías de la información y la comunicación, para la adquisición de nuevo léxico, formas y estructuras de la lengua.

 

Reflexión sobre el propio aprendizaje, organización del trabajo, aceptación del error como parte del proceso de aprendizaje, autocorrección y autoevaluación.

 

Utilización progresiva de medios gráficos de consulta e información y de las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la comunicación y la información.

 

Confianza en la propia capacidad para aprender una lengua extranjera y valoración del trabajo cooperativo.

 

Bloque 4. Aspectos socio-culturales y consciencia intercultural.

 

Valoración de la lengua extranjera o de otras lenguas como medio para comunicarse y relacionarse con compañeros y compañeras de otros países, como posibilidad de acceso a informaciones nuevas y como instrumento para conocer culturas y modos de vivir diferentes y enriquecedores.

 

Conocimiento de costumbres cotidianas y uso de las formas de relación social propias de países donde se habla la lengua extranjera

 

Actitud receptiva y de valoración positiva hacia las personas que hablan otra lengua y tienen una cultura diferente a la propia.

 

Interés por establecer contactos y comunicarse con hablantes de la lengua extranjera o de otras lenguas a través de los medios que nos proporcionan las tecnologías de la comunicación.

 

Incremento y extensión del uso de la lengua extranjera como medio de relación social y de intercambios interculturales, desarrollando estrategias de colaboración y respeto.

 

Valoración de la propia cultura por medio del conocimiento y valoración de otras culturas, respeto y aceptación de ideas y costumbres distintas, siempre que sean respetuosas con los derechos individuales y colectivos.

 

Criterios de evaluación

 

1. Mantener conversaciones cotidianas y familiares sobre temas conocidos en situaciones de comunicación predecibles, respetando las normas básicas del intercambio, como escuchar y mirar a quien habla.

 

Con este criterio se quiere comprobar si son capaces de comunicarse en situaciones habituales sobre temas conocidos o trabajados previamente para expresar necesidades inmediatas como hacer peticiones, organizar la actividad, trabajar en equipo y pedir aclaraciones. Se evalúa la capacidad de utilizar expresiones y frases para hablar en términos sencillos sobre su familia y otras personas, el tiempo atmosférico, la ropa, libros, juegos y sobre contenidos de las diferentes áreas. También se valorará la actitud con la que participa en los intercambios y si manifiesta interés por las intervenciones de los demás. Se valorará además la capacidad de participación activa en las actividades de aula y el respeto a las normas fundamentales que rigen las interacciones orales: disposición abierta a la escucha respeto de los turnos de palabra, la adaptación del volumen, tono y ritmo de palabra a las características específicas de cada situación de comunicación.

 

2. Captar el sentido global e identificar informaciones específicas en textos orales variados emitidos en diferentes situaciones de comunicación.

 

Este criterio evalúa si son capaces de comprender las expresiones y el vocabulario más frecuente sobre su entorno, información personal y familiar básica, juegos, deportes, contenidos de otras áreas y otros temas de su interés, así como si pueden comprender mensajes, informaciones y conversaciones claras y sencillas.

 

3. Leer y localizar información explícita y realizar inferencias directas en comprender textos diversos sobre temas de interés.

 

Este criterio evalúa la capacidad de leer, también en voz alta, diferentes textos con vocabulario cada vez más extenso y expresiones de mayor complejidad, en cuentos y poemas adaptados o auténticos, menús, folletos, publicidad, normas, cartas, correos electrónicos, instrucciones para realizar un proyecto o pasos de una receta, con ayuda de estrategias básicas de comprensión escrita. Se valorará si son capaces de detectar y entender información o ideas relevantes explícitas en los textos, así como si pueden trascender el significado superficial para extraer inferencias directas basadas en el texto. También se evaluará la utilización con cierta autonomía de estrategias fundamentales de comprensión escrita como usar elementos del contexto lingüístico y no lingüístico, y transferir conocimientos de las lenguas que conoce.

 

4. Elaborar textos escritos atendiendo al destinatario, al tipo de texto y a la finalidad, tanto en soporte papel como digital.

 

El criterio evalúa la capacidad para producir, a partir de modelos, textos cortos en función de los integrantes de la situación de comunicación. Se trata de evaluar si son capaces de elaborar con ayuda diferentes textos como postales y cartas, correos electrónicos, peticiones, instrucciones, diarios, descripciones y narraciones breves sobre temas relacionados con sus intereses y sus conocimientos. Se valorará especialmente la atención prestada al proceso de producción del texto: planificación, textualización y revisión.

 

5. Usar formas y estructuras básicas propias de la lengua extranjera incluyendo aspectos de ritmo, acentuación y entonación en diferentes contextos comunicativos de forma significativa.

 

Con este criterio se trata de evaluar la capacidad de los niños y niñas de reconocer y reproducir, con mayor corrección, aspectos sonoros, de ritmo, acentuación y entonación cuando participan activamente en actividades diversas como breves exposiciones en público, conversaciones entre iguales o lectura en voz alta, y siempre a partir de modelos. Este criterio pretende también valorar el conocimiento del código gráfico de la lengua y el uso de estrategias para el autoaprendizaje y la corrección.

 

6. Usar algunas estrategias para aprender a aprender, como hacer preguntas pertinentes para obtener información, pedir aclaraciones, utilizar diccionarios bilingües y monolingües, acompañar la comunicación con gestos, buscar, recopilar y organizar información en diferentes soportes e identificar algunos aspectos que le ayudan a aprender mejor.

 

Este criterio pretende evaluar la utilización de estrategias básicas que favorecen el proceso de aprendizaje como la utilización de recursos visuales y gestuales, la petición de ayuda y aclaraciones, el uso de diccionarios adaptados monolingües, la búsqueda de información en soporte papel o digital. También se evaluará la capacidad de ir valorando sus progresos, la identificación de recursos y estrategias que le ayudan a aprender mejor y el uso espontáneo de formas y estructuras sencillas y cotidianas.

 

7. Usar las tecnologías de la comunicación y la información para aprender a aprender y para comunicarse.

 

Con este criterio se pretende evaluar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación tanto como medio de acceso a contenidos lingüísticos e información en general en formato multimedia, como medio de expresión oral y escrita y como medio privilegiado para la comunicación con interlocutores cercanos o lejanos.

 

8. Valorar la lengua extranjera como instrumento de comunicación con otras personas, como herramienta de aprendizaje y mostrar curiosidad e interés hacia las personas que hablan la lengua extranjera.

 

Con este criterio se evalúa la capacidad de valorar la lengua extranjera como una herramienta para aprender y para comunicarnos. Asimismo se observará si valoran la diversidad lingüística como elemento enriquecedor de la sociedad. También se valorará el esfuerzo por utilizar la lengua para establecer relaciones personales a través de correspondencia escolar utilizando las nuevas tecnologías, tanto en la interacción oral como en la elaboración de comunicaciones escritas.

 

9. Identificar algunos rasgos, costumbres y tradiciones de países donde se habla la lengua extranjera.

 

Este criterio pretende evaluar si son capaces de identificar las peculiaridades, las costumbres y tradiciones más conocidas de países donde se habla la lengua extranjera, y relacionar estos elementos socioculturales foráneos con los propios para avanzar en el desarrollo de una conciencia intercultural.

 

Orientaciones metodológicas y para la evaluación

 

El currículo del área de Lengua extranjera, al igual que el de Lengua castellana, tiene como eje el desarrollo de una efectiva competencia comunicativa oral y escrita aplicada a contextos sociales significativos que permita a niños y niñas expresarse con progresiva eficacia y corrección y que abarque todos los usos y registros posibles. La consecución de este objetivo es indisociable de la forma de abordarlo en el aula, porque la metodología es el instrumento clave para el desarrollo del currículo.

 

Cualquier planteamiento didáctico en esta área ha de tener en cuenta al menos tres factores. En primer lugar, las características personales y sociales del alumnado de Educación primaria y la evolución de sus capacidades e intereses a lo largo de una etapa en la que niños y niñas experimentan importantes cambios madurativos y cognitivos. En segundo lugar, se deberá plantear el proceso de enseñanza y aprendizaje partiendo del grado de conocimiento de la lengua con el que cuenten nuestros alumnos y alumnas al comienzo de la etapa, de la presencia de la lengua en el contexto social y educativo y, por tanto, de las posibilidades de ampliar el aprendizaje a las que tengan acceso fuera del ámbito escolar, debido a la presencia o no en el ambiente de la lengua extranjera. Además, habrá que considerar las características diferenciales de la lengua extranjera que se enseña y se aprende porque ello precisará un ajuste mayor o menor de actividades y planteamientos específicos para esta lengua y unas posibilidades de transferencia y aprovechamiento diferentes en relación con el conocimiento y el trabajo en castellano o, en general, en las lenguas conocidas por el alumno.

 

Uso real y continuo de la lengua en el aula:

 

Los niños y niñas de Educación primaria, al principio de la etapa poseen una gran curiosidad y se sienten más desenvueltos que a otras edades para aprender una lengua extranjera, pero no tienen aún desarrollada la capacidad para aprender a partir de formas, significados, estructuras y normas gramaticales. Su capacidad metalingüística es muy limitada y también lo es su capacidad de atención y de comprensión de contenidos abstractos tales como los que conforman la información y reglas gramaticales. Los conocimientos que poseen de las lenguas que conocen los han adquirido fundamentalmente a través de su uso y es así, por tanto, como debe hacerse también en la lengua extranjera. Para ello, el planteamiento didáctico se ha de centrar en el uso en clase de la lengua objeto de aprendizaje.

 

La condición indispensable para facilitar este proceso es centrar la intervención didáctica en un uso real y continuado de la lengua, lo que adquiere si cabe más importancia si consideramos que, en la gran mayoría de los casos, nuestros niños y niñas no tienen más posibilidad de contacto con la lengua extranjera que el que se da en el marco escolar.

 

La lengua extranjera no suele estar presente en el contexto social y cultural de la mayoría de los niños y niñas y tampoco tiene una presencia significativa en los medios de comunicación. Esta realidad hace que el tiempo escolar haya de ser especialmente optimizado para lograr, en el margen horario de que se dispone, una competencia aceptable, de ahí que las opciones metodológicas cobren una importancia singular.

 

El hecho de partir de una competencia lingüística muy limitada de la mayoría del alumnado, precisa al principio orientar la práctica docente más a la creación de esta competencia que a su desarrollo y perfeccionamiento, a diferencia de lo que ocurre con la lengua escolar que es mayoritariamente conocida y usada tanto en el ámbito escolar como en el social y cultural. Así pues, la mayor parte de las actividades o tareas que se planteen durante toda la etapa tendrán como objetivo poner a niños y niñas en contacto con formas y estructuras básicas de la lengua extranjera. Pero ese contacto ha de realizarse en situaciones reales de comunicación que aporten un contexto significativo completo que les ayude a realizar hipótesis sobre el significado, la forma y el funcionamiento de la lengua que están aprendiendo. Al mismo tiempo, este contexto comunicativo ha de servir de soporte para la confirmación de las hipótesis formuladas mediante el uso de las expresiones y la retroalimentación positiva o negativa que el contexto proporcione.

 

Recreación de contextos de comunicación:

 

Para suplir la falta de presencia de la lengua extranjera en el ambiente social y cultural hay que recrear en clase, de algún modo, estos ámbitos. La realidad escolar debe recrear los diferentes tipos de situaciones comunicativas que tienen que ver, por ejemplo, con la vida social, familiar y personal de manera amplia, ámbitos básicos para el aprendizaje de la lengua puesto que están en relación directa con el mundo de experiencias e intereses del alumnado de estas edades. Así se ofrecen oportunidades para aprender registros y formatos comunicativos válidos para aquellas situaciones de comunicación más probables, útiles e interesantes para niños y niñas en función de sus necesidades, habilidades e intereses.

 

Estos contextos comunicativos pueden crearse a partir de recreación de situaciones cotidianas que en los primeros momentos deberán ser similares a las que viven en su propia lengua. Se trata de realizar actividades en un contexto significativo donde cada expresión, incluso la más sencilla y reducida, adquiera sentido. De este modo podrá darse una interacción real utilizando un repertorio de expresiones limitado y sencillo.

 

Si el contexto comunicativo ha sido correctamente creado, la situación se hará predecible por familiar y, al comprender la situación, se comprenderá la lengua que la transmite. Así el orden de aparición de las expresiones, los apoyos visuales y gestuales, el tono de voz, etc., facilitará la interiorización de la lengua.

 

La progresión lógica, ya desde la planificación docente, debería partir de contextos comunicativos con gran cantidad de información no verbal para garantizar la comprensión -tanto de la situación como de los contenidos lingüísticos que la vehiculan-, para dar paso progresivamente a contextos menos dependientes de la información no verbal, hasta contextos más apoyados en los diferentes textos presentes en estas situaciones. Es decir, el punto de partida deberían ser situaciones en las que el contexto permita entender y aprender la lengua y evolucionar hacia situaciones de comunicación en las que las expresiones lingüísticas sean comprendidas por ellas mismas y adquieran el peso principal de la carga comunicativa.

 

En cuanto al contenido o argumento de las diferentes situaciones también es lógico que se establezca una progresión desde los contenidos de orden más personal, familiar y estrictamente escolar a contenidos más generales y centrados en todo tipo de ámbitos adecuados a la edad, madurez e intereses del alumnado de Educación primaria.

 

Por otro lado, es importante que la lengua extranjera utilice contenidos que se están abordando en las diferentes áreas del currículo; fundamentalmente por dos razones: para crear contextos reales de comunicación y aprendizaje, y para aumentar el tiempo de exposición a la lengua, lo que compensa en parte su escasa presencia en el ambiente.

 

El conocimiento previo de las realidades o contenidos que se tratan en lengua extranjera permite la comprensión a través de transferencia de experiencias y conceptos desde las lenguas conocidas a la lengua extranjera. Garantizar la comprensión es siempre la premisa básica. Durante el desarrollo de las diferentes actividades de enseñanza y aprendizaje el docente debe ofrecer los recursos textuales y contextuales necesarios para la comprensión, que evolucionarán paralelamente al conocimiento de la lengua. Así, si en un primer momento los gestos y las repeticiones tienen una importancia capital, al final de la etapa un glosario de términos no conocidos o de nuevos significados puede ser suficiente. Al mismo tiempo los diferentes tipos de recursos han de adaptarse a la edad y a las expectativas de los alumnos acompañándoles en su evolución.

 

Adquisición de los contenidos lingüísticos a través del uso de la lengua oral y escrita:

 

Otro elemento determinante del modo de abordar la enseñanza y aprendizaje de una lengua extranjera es lo específico de una determinada lengua, sus características diferenciales: sus códigos fonético y gráfico, el léxico, la morfología, la sintaxis e incluso las características culturales que comparte.

 

La adquisición del código fonético de la lengua extranjera mejora cuando su aprendizaje se inicia en edades tempranas. La infancia es un momento óptimo para acercar a niños y niñas a modelos lingüísticos orales que deberán ser profusos y variados en su procedencia y contenido, abarcando todos los registros expresivos. El hecho de que puedan escuchar los mismos o similares contenidos producidos por diferentes tipos de hablantes, les permitirá distinguir los rasgos fonológicos atribuibles a diferencias de pronunciación, favoreciendo así su capacidad de comprensión. El primer contacto con palabras y expresiones deberá ser siempre oral, puesto que el desconocimiento del código escrito impide la lectura segura de palabras y expresiones. El conocimiento oral previo permite el reconocimiento de las formas escritas y el progresivo análisis de las mismas determina el conocimiento posterior del código escrito. Al final de la etapa los niños y las niñas deberán saber usar los instrumentos que les aseguren las dudas sobre la pronunciación de las palabras, fundamentalmente consultando el diccionario. Se habrá conseguido así cierta independencia de las fuentes orales y de las lagunas de inseguridad del código escrito de la lengua extranjera, factor fundamental en la progresiva autonomía de aprendizaje del alumnado de Educación primaria.

 

El aprendizaje del código escrito debe realizarse a través de la lectura y de la construcción de textos funcionales en situaciones de comunicación reales o simuladas. Los niños y niñas han de aprender tanto la composición y organización de las diferentes manifestaciones textuales como el uso de las mismas y los diferentes soportes y canales que puede utilizarse para acceder a textos y también para crearlos.

 

Tal como se ha señalado, el léxico, las expresiones, y el conocimiento gramatical referido a la flexión y funcionamiento de ciertas formas y estructuras, se aprenden mediante el uso de la lengua que se está aprendiendo. Este conocimiento, progresivamente y en conjunción con el desarrollo de los niños y las niñas de Educación primaria, debe convertirse en conocimiento consciente a través de la observación y la reflexión sobre el funcionamiento de la lengua. Al mismo tiempo, habrá que ayudarles a ser progresivamente conscientes de que saben hacer en la lengua que están aprendiendo, a comparar sus adquisiciones con otras lenguas que conocen, a reflexionar sobre qué estrategias les resultan más útiles para aprender. Conocer las capacidades y limitaciones propias y los posibles medios, recursos o fuentes para superarlas, permite a quien aprende un uso y aprendizaje más autónomo.

 

Es necesario el acercamiento a todo tipo de fuentes y obras de referencia, preferentemente auténticos, adecuadas a las características de niños y niñas de esta etapa. En este sentido, el conocimiento y el uso de las tecnologías es una fuente de contacto con todo tipo de información y modelos lingüísticos y un medio privilegiado de expresión e interacción con otros hablantes. Las tecnologías constituyen además un acceso rápido, sencillo y gratuito a gran cantidad de obras de referencia y consulta. Por ello, la enseñanza de la Lengua extranjera se beneficia de estas posibilidades al tiempo que contribuye al desarrollo de la competencia en el uso de estas tecnologías.

 

La dimensión sociocultural de la lengua:

 

Las lenguas están en relación directa con la cultura de la cual son medio de expresión y transmisión. Al poner a los alumnos y las alumnas en contacto con textos auténticos, al representar situaciones de comunicación, al leer un breve texto literario o al aprender una canción, entran en contacto con celebraciones, festividades, costumbres o tradiciones. Cualquier manifestación en la lengua extranjera nos ofrece información acerca de cómo son sus diferentes hablantes. Los alumnos serán progresivamente conscientes de estas referencias culturales y así podrán conocer y valorar las similitudes y diferencias, en un proceso constante de valoración positiva de la propia cultura y de la extranjera, de los diferentes pueblos y naciones hablantes de la lengua extranjera.

 

Creación de un clima afectivo y motivador:

 

El profesorado, pieza clave en la organización y el desarrollo de este complejo proceso, ha de atender todos los aspectos citados y conjugar aspectos materiales y personales para procurar un progreso constante y efectivo. El primer requisito es la consecución de un clima afectivo positivo y motivador que facilite la convivencia y la cooperación en el aula. Un ambiente de trabajo en el que se propicie la participación y en el que la producción lingüística en cualquier sentido sea bien recibida e incentivada.

 

Las actividades en el aula y los materiales utilizados, deben tener en cuenta las reflexiones anteriores y además, han de resultar atractivos, interesantes y estimulantes cognitivamente, es decir, cualquier actividad ha de suponer un esfuerzo intelectual. Materiales ricos en contenidos y matices, adecuados a las capacidades de los alumnos para que el desarrollo de las actividades exija un esfuerzo proporcionado, ayudarán a los alumnos a confiar en su capacidad para aprender la lengua extranjera y a expresarse utilizándola, desarrollando así el interés por aprenderla y el gusto por utilizarla.

 

Es importante también adaptarse a las diferencias que se dan en cualquier aula, siempre grandes pero quizá mayores en esta área que en cualquier otra, y crear un ambiente favorable y de respeto a todas ellas: capacidades, gustos, intereses, procedencia social, procedencia nacional. La integración en el trabajo de todos los alumnos y, en cierto sentido, la superación de las diferencias individuales es tarea fundamental del profesor para conseguir ese clima general de satisfacción y confianza.

 

Orientaciones para la evaluación

 

La evaluación de este complejo proceso debe abarcar todos sus aspectos y ser realizada por todos los participantes en el mismo. Así pues, el docente evaluará el resultado del trabajo del alumnado, y, fundamentalmente, su respuesta e interés durante el proceso de aprendizaje, además de los materiales y las actividades. La observación es el instrumento esencial para la evaluación del alumno o alumna. Se trata de realizar un seguimiento de manera continua, donde cada muestra de expresión oral o escrita realizada aporta información del progreso efectuado. Esta observación del proceso permitirá mejorar y adecuar los planteamientos didácticos, las actividades propuestas y los materiales utilizados.

 

También los niños y las niñas, desde el principio de la etapa, han de participar en la evaluación, pues deben ser conscientes, desde el primer momento, de sus objetivos, de sus progresos y del proceso que han seguido para aprender. El conocimiento de lo que se espera de ellos y la propia estimación del grado de cumplimiento producen un efecto de retroalimentación imprescindible para aprender y para mantener el interés por aprender. Del mismo modo, la utilización de instrumentos y estrategias que le permitan al alumnado reflexionar sobre qué sabe hacer en la lengua que está aprendiendo, qué estrategias le funcionan mejor, de qué se siente más capaz, facilitará sin duda su aprendizaje porque le hará consciente de donde se encuentra y del esfuerzo que debe realizar para intentar alcanzar los objetivos propuestos. En este sentido, puede resultar útil el trabajo sobre el Portfolio Europeo de las Lenguas (PEL), en el que se incluyen actividades de reflexión sobre todos estos aspectos.

 

La intervención en el aula es decisiva para conseguir que los niños y las niñas sean usuarios cada vez más competentes de la lengua extranjera porque habrán creado un vínculo afectivo positivo al sentirse seguros de su propia capacidad para aprender y para usar la lengua. Una intervención didáctica que fomente el trabajo colectivo y cooperativo les hará más capaces de vivir con los demás. Si tienen la oportunidad de conocer elementos significativos diferenciales de las culturas y pueblos relacionados con la lengua extranjera, probablemente aprenderán a valorar sus propias tradiciones, culturas y lenguas mediante el conocimiento de otras diferentes. Serán alumnos más autónomos y preparados para aprender utilizando todo tipo de obras de referencia y tecnologías a su alcance. Se acercarán un poco más a aquello que están destinados a ser: ciudadanos europeos del siglo XXI.

 

 

LA LENGUA EXTRANJERA EN EDUCACIÓN SECUNDARIA:

 

Texto extraído del Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria.

 

 

Lengua extranjera

 

La mejora sustancial de los medios de comunicación y la rápida evolución, desarrollo y extensión de las tecnologías de la información y de la comunicación, han propiciado un incremento de las relaciones internacionales sin precedente. Nuestro país, además, se encuentra inmerso y comprometido en el proceso de construcción europea donde, el conocimiento de otras lenguas comunitarias constituye un elemento clave para favorecer la libre circulación de personas y facilitar así la cooperación cultural, económica, técnica y científica entre sus miembros. Hay que preparar, por tanto, a alumnos y alumnas para vivir en un mundo progresivamente más internacional, multicultural y multilingüe.

 

Por ello, el Consejo de Europa en el Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación establece directrices tanto para el aprendizaje de lenguas como para la valoración de la competencia en las diferentes lenguas de un hablante. Estas pautas han sido un referente clave en este currículo. Dicho documento define los diferentes estadios del desarrollo de la competencia comunicativa en una determinada lengua, en función de la capacidad del alumnado para llevar a cabo un conjunto de tareas de comunicación que exigen la realización de acciones con una finalidad de comunicación concreta dentro de un ámbito específico. Una actividad comunicativa requiere la utilización del lenguaje oral y escrito y el uso de recursos y estrategias de comunicación, lingüísticas y no lingüísticas, pertinentes al contexto en el que tiene lugar. El objeto de la materia en la etapa de Educación secundaria obligatoria será pues el aprendizaje de las destrezas discursivas que pueden tener lugar en ámbitos diversos. De entre éstos cabe destacar: el ámbito de las relaciones personales, que incluye las relaciones familiares y las prácticas sociales habituales; el ámbito educativo, relacionado con las situaciones y acciones cotidianas en el centro escolar; el académico, relacionado con los contenidos de la materia y de otras materias del currículo; el público, que abarca todo lo relacionado con la interacción social cotidiana o laboral; y el de los medios de comunicación. Al finalizar la Educación primaria, los alumnos y las alumnas han de ser capaces de utilizar la lengua extranjera para expresarse e interactuar oralmente y por escrito en situaciones sencillas y habituales. En Educación secundaria obligatoria se continúa el proceso de aprendizaje de la Lengua extranjera, con el objetivo de que al finalizar esta etapa hayan consolidado las destrezas productivas y sean capaces de mantener una interacción y hacerse entender en un conjunto de situaciones, como ofrecer y pedir explicaciones personales en un debate informal, expresar de forma comprensible la idea que se quiere dar a entender, utilizar un lenguaje amplio y sencillo para explicar lo que se quiere, comprender las ideas principales de textos en lengua estándar, aun con pausas evidentes para realizar cierta planificación gramatical y léxica. Asimismo, al finalizar la etapa, deberán saber enfrentarse de forma flexible a problemas cotidianos de comunicación oral y escrita, como participar en conversaciones habituales, plantear quejas, relatar experiencias o planes, explicar algo o pedir aclaraciones. En definitiva, esta etapa debe suponer un punto de partida sólido para continuar, de forma progresivamente autónoma, con un aprendizaje que ha de durar toda la vida. Para alcanzar esas metas, el eje del currículo lo constituyen los procedimientos encaminados a conseguir una competencia comunicativa efectiva oral y escrita, en contextos sociales significativos, que permita a alumnos y alumnas expresarse con progresiva eficacia y corrección y que abarque todos los usos y registros posibles, incluido el literario. Por tanto, las habilidades lingüísticas que se desarrollarán serán: productivas -hablar y conversar, y escribir- y receptivas -escuchar y comprender, leer y comprender-, teniendo en cuenta que el aprendizaje de cualquier lengua es siempre un proceso de larga duración que no finaliza en esta etapa. Por otra parte, el aprendizaje de una lengua extranjera transciende el marco de los aprendizajes lingüísticos, va más allá de aprender a utilizarla en contextos de comunicación. Su conocimiento contribuye a la formación del alumnado desde una perspectiva integral en tanto que favorece el respeto, el interés y la comunicación con hablantes de otras lenguas, desarrolla la conciencia intercultural es un vehículo para la comprensión de temas y problemas globales y para la adquisición de estrategias de aprendizaje diversas. El proceso de enseñanza y aprendizaje de una lengua extranjera en esta etapa educativa conlleva un claro componente actitudinal, en la medida en que contribuye a desarrollar actitudes positivas y receptivas hacia otras lenguas y culturas y, al mismo tiempo, a comprender y valorar la lengua o lenguas propias. Los contenidos se presentan agrupados en bloques en relación a tres ejes que poseen características y necesidades específicas en cuanto al proceso de enseñanza y aprendizaje: las habilidades lingüísticas; los elementos constitutivos del sistema lingüístico, su funcionamiento y relaciones y la dimensión social y cultural de la lengua extranjera. Las habilidades lingüísticas se recogen en el bloque 1, Escuchar, hablar y conversar y en el 2, Leer y escribir. Ambos incluyen los procedimientos, entendidos como operaciones que permiten relacionar los conceptos adquiridos con su realización en actividades de comunicación, que desarrollan el saber hacer. Las habilidades orales y escritas se presentan por separado ya que, aunque el lenguaje oral y el escrito son dos manifestaciones de una misma capacidad y en los procesos tanto de aprendizaje como de uso, el hablante se apoya en uno u otro indistintamente, y cada uno exige diferentes habilidades y conocimientos. En esta etapa se da una importancia relevante a la comunicación oral, por lo que el primer bloque se centra en desarrollar en alumnos y alumnas la capacidad para interactuar en estas situaciones, y se incide en la importancia de que el modelo lingüístico de referencia oral provenga de un variado número de hablantes con el fin de recoger, en la mayor medida posible, las variaciones y los matices. De ahí la fuerte presencia en el currículo del uso de los medios audiovisuales convencionales y de las tecnologías de la información y la comunicación. El bloque Leer y escribir incorpora también los procedimientos necesarios para desarrollar la competencia discursiva en el uso escrito. En Lengua extranjera los textos escritos son modelo de composición textual y elementos de práctica y aportación de elementos lingüísticos. La observación de las manifestaciones orales y escritas de la lengua que se está aprendiendo y su uso en situaciones de comunicación, permiten elaborar un sistema conceptual cada vez más complejo acerca de su funcionamiento y de las variables contextuales o pragmáticas asociadas a la situación concreta y al contenido comunicativo. Éste es el objeto del bloque 3, Conocimiento de la lengua. El punto de partida serán las situaciones de uso que favorezcan la inferencia de reglas de funcionamiento de la lengua y que permitan a alumnos y alumnas establecer qué elementos de la lengua extranjera se comportan como en las lenguas que conocen y qué estrategias les ayudan a progresar en sus aprendizajes, de manera que desarrollen confianza en sus propias capacidades. Por su parte, los contenidos del bloque 4, Aspectos socio-culturales y consciencia intercultural, contribuyen a que el alumnado conozca costumbres, formas de relación social, rasgos y particularidades de los países en los que se habla la lengua extranjera, en definitiva, formas de vida diferentes a las suyas. Este conocimiento promoverá la tolerancia y aceptación, acrecentará el interés en el conocimiento de las diferentes realidades sociales y culturales y facilitará la comunicación intercultural porque las lenguas son portadoras de contenidos, rasgos y marcas de las culturas de las cuales son el medio de expresión.

 

Contribución de la materia a la adquisición de las competencias básicas

 

El aprendizaje de una lengua extranjera contribuye a la adquisición de la competencia en comunicación lingüística de manera directa, completando y enriqueciendo y llenando de nuevos matices comprensivos y expresivos esta capacidad comunicativa general. Un aprendizaje de la lengua extranjera basado en el desarrollo de habilidades comunicativas, contribuirá al desarrollo de esta competencia básica en el mismo sentido que lo hace la primera lengua. Ahora bien, la aportación de la lengua extranjera al desarrollo de esta competencia es primordial en el discurso oral al adquirir las habilidades de escuchar, hablar y conversar, una relevancia singular en esta etapa. Asimismo, el aprendizaje de la lengua extranjera, mejora la competencia comunicativa general al desarrollar la habilidad para expresarse, oralmente y por escrito, utilizando las convenciones y el lenguaje apropiado a cada situación, interpretando diferentes tipos de discurso en contextos y con funciones diversas. Por otra parte, el reconocimiento y el aprendizaje progresivo de reglas de funcionamiento del sistema de la lengua extranjera, a partir de las lenguas que se conocen, mejorará la adquisición de esta competencia.

 

A partir de la adquisición del lenguaje, éste se convierte en vehículo del pensamiento humano, en instrumento para la interpretación y representación de la realidad y en la herramienta de aprendizaje por excelencia. Esta materia pues, contribuye de manera esencial al desarrollo de la competencia para aprender a aprender puesto que acrecienta la capacidad lingüística general confiriéndole nuevas potencialidades y recursos diferentes para la comprensión y expresión, facilitando o completando la capacidad de alumnos y alumnas para interpretar o representar la realidad y así construir conocimientos, formular hipótesis y opiniones, expresar y analizar sentimientos y emociones. Por otro lado, la competencia para aprender a aprender se rentabiliza enormemente si se incluyen contenidos directamente relacionados con la reflexión sobre el propio aprendizaje, para que cada alumno y cada alumna pueda identificar cómo aprende mejor y qué estrategias los hacen más eficaces. Esa es la razón de la inclusión en el currículo de un apartado específico de reflexión sobre el propio aprendizaje que ya se inició en Educación primaria pero que debe adquirir en esta etapa un grado mayor de sistematización. El desarrollo de estrategias diversas de aprender a aprender prepara al alumnado de forma progresiva en la toma de decisiones que favorecen la autonomía para utilizar y para seguir aprendiendo la lengua extranjera a lo largo de la vida. Esta materia es además un buen vehículo para el desarrollo de la competencia social y ciudadana. Las lenguas sirven a los hablantes para comunicarse socialmente, forman parte de la cultura común de las diferentes comunidades y naciones. Pero también, en gran medida, son vehículo de comunicación y transmisión cultural, y favorecen el respeto, el interés y la comunicación con hablantes de otras lenguas y el reconocimiento y la aceptación de diferencias culturales y de comportamiento. El intercambio de información personal ayuda a reforzar la identidad de los interlocutores. Por otro lado, en lengua extranjera es especialmente relevante el trabajo en grupo y en parejas y, a través de estas interacciones, se aprende a participar, a expresar las ideas propias y a escuchar las de los demás, se desarrolla la habilidad para construir diálogos, negociar significados, tomar decisiones valorando las aportaciones de los compañeros, conseguir acuerdos, y, en definitiva, se favorece aprender de y con los demás. Las competencias citadas están en la actualidad en relación directa con la competencia en tratamiento de la información y competencia digital. Las tecnologías de la información y la comunicación nos ofrecen la posibilidad de comunicarnos en tiempo real con cualquier parte del mundo y también el acceso sencillo e inmediato a un flujo incesante de información que crece cada día. El conocimiento de una lengua extranjera facilita el acceso a la información que se puede encontrar en esta lengua, al tiempo que ofrece la posibilidad de comunicarnos utilizándola. Además, facilita la comunicación personal a través del correo electrónico en intercambios con jóvenes de otros lugares, y, lo que es más importante, crea contextos reales y funcionales de comunicación. Asimismo, en la medida en que la lengua extranjera exige el contacto con modelos lingüísticos muy diversos, la utilización de recursos digitales para el aprendizaje, es inherente a la materia y este uso cotidiano contribuye directamente al desarrollo de esta competencia. Esta materia incluye específicamente un acercamiento a manifestaciones culturales propias de la lengua y de los países en los que se habla y, por tanto, contribuye a adquirir la competencia artística y cultural al propiciar una aproximación a obras o autores que han contribuido a la creación artística. Asimismo, el área contribuye al desarrollo de esta competencia si se facilita la expresión de opiniones, gustos y emociones que producen diversas manifestaciones culturales y artísticas y si se favorecen los trabajos creativos individuales y en grupo, como la realización y representación de simulaciones y narraciones. En definitiva, vehicular en lengua extranjera el conocimiento y la apreciación de la diversidad cultural a partir de manifestaciones artísticas, contribuirá al desarrollo de esta competencia. El conocimiento de una lengua extranjera contribuye también a la adquisición de la competencia autonomía e iniciativa personal, en varios sentidos. El currículo fomenta el trabajo cooperativo en el aula, el manejo de recursos personales y habilidades sociales de colaboración y negociación, lo que supone poner en funcionamiento determinados procedimientos que permiten el desarrollo de iniciativas y toma de decisiones en la planificación, organización y gestión del trabajo, propiciando así la autonomía y la iniciativa personal.

 

Objetivos

 

La enseñanza de la Lengua extranjera en esta etapa tendrá como finalidad el desarrollo de las siguientes capacidades:

 

1. Escuchar y comprender información general y específica de textos orales en situaciones comunicativas variadas, adoptando una actitud respetuosa y de cooperación.

 

2. Expresarse e interactuar oralmente en situaciones habituales de comunicación de forma comprensible, adecuada y con cierto nivel de autonomía. 3. Leer y comprender textos diversos de un nivel adecuado a las capacidades e intereses del alumnado con el fin de extraer información general y específica, y utilizar la lectura como fuente de placer y de enriquecimiento personal. 4. Escribir textos sencillos con finalidades diversas sobre distintos temas utilizando recursos adecuados de cohesión y coherencia. 5. Utilizar con corrección los componentes fonéticos, léxicos, estructurales y funcionales básicos de la lengua extranjera en contextos reales de comunicación. 6. Desarrollar la autonomía en el aprendizaje, reflexionar sobre los propios procesos de aprendizaje, y transferir a la lengua extranjera conocimientos y estrategias de comunicación adquiridas en otras lenguas. 7. Utilizar estrategias de aprendizaje y todos los medios a su alcance, incluidas las tecnologías de la información y la comunicación, para obtener, seleccionar y presentar información oralmente y por escrito. 8. Apreciar la lengua extranjera como instrumento de acceso a la información y como herramienta de aprendizaje de contenidos diversos. 9. Valorar la lengua extranjera y las lenguas en general, como medio de comunicación y entendimiento entre personas de procedencias, lenguas y culturas diversas evitando cualquier tipo de discriminación y de estereotipos lingüísticos y culturales. 10. Manifestar una actitud receptiva y de auto-confianza en la capacidad de aprendizaje y uso de la lengua extranjera.

 

Primer curso Contenidos

 

Bloque 1. Escuchar, hablar y conversar. Escucha y comprensión de mensajes orales breves relacionados con las actividades de aula: instrucciones, preguntas, comentarios, diálogos.

 

Anticipación del contenido general de lo que se escucha con apoyo de elementos verbales y no verbales. Obtención de información específica en textos orales sobre asuntos cotidianos y predecibles como números, precios, horarios, nombres o lugares, presentados en diferentes soportes. Uso de estrategias básicas de comprensión de los mensajes orales: uso del contexto verbal y no verbal y de los conocimientos previos sobre la situación. Producción de textos orales cortos, con estructura lógica y con pronunciación adecuada. Participación en conversaciones breves y sencillas dentro del aula, y en simulaciones relacionadas con experiencias e intereses personales. Empleo de respuestas adecuadas a las informaciones requeridas por el profesor y los compañeros en las actividades de aula. Desarrollo de estrategias para superar las interrupciones en la comunicación, haciendo uso de elementos verbales y no verbales para expresarse oralmente en actividades de pareja y en grupo: demanda de repetición y aclaración entre otras.

 

Bloque 2. Leer y escribir.

 

Comprensión de instrucciones básicas para la correcta resolución de actividades.

 

Comprensión general e identificación de informaciones especificas en diferentes textos sencillos auténticos y adaptados, en soporte papel y digital, sobre diversos temas adecuados a su edad y relacionados con contenidos de otras materias del currículo. Iniciativa para leer con cierta autonomía textos adecuados a la edad, intereses y nivel de competencia. Uso de estrategias básicas de comprensión lectora: identificación del tema de un texto con ayuda de elementos textuales y no textuales, uso de los conocimientos previos, inferencia de significados por el contexto, por comparación de palabras o frases similares en las lenguas que conocen. Reconocimiento de algunas de las características y convenciones del lenguaje escrito y su diferenciación del lenguaje oral. Desarrollo de la expresión escrita de forma guiada, como por ejemplo, completando o modificando frases y párrafos sencillos. Composición de textos cortos con elementos básicos de cohesión, con diversas intenciones comunicativas, a partir de modelos y utilizando las estrategias más elementales en el proceso de composición escrita (planificación, textualización y revisión). Uso de las reglas básicas de ortografía y puntuación, y reconocimiento de su importancia en las comunicaciones escritas. Interés por cuidar la presentación de los textos escritos en soporte papel y digital.

 

Bloque 3. Conocimiento de la lengua. Conocimientos lingüísticos:

 

Identificación de elementos morfológicos básicos y habituales en el uso de la lengua: sustantivo, verbo, adjetivo, adverbio, preposición, etc.

 

Identificación y uso de expresiones comunes, de frases hechas sencillas y de léxico relativo a contextos concretos y cotidianos y a contenidos de otras materias del currículo. Uso de estructuras y funciones básicas relacionadas con las situaciones cotidianas más predecibles. Reconocimiento y producción de patrones básicos de ritmo, entonación y acentuación de palabras y frases.

 

Reflexión sobre el aprendizaje:

 

Aplicación de estrategias básicas para organizar, adquirir, recordar y utilizar léxico.

 

Uso progresivo de recursos para el aprendizaje, como diccionarios, libros de consulta, bibliotecas o tecnologías de la información y la comunicación. Reflexión guiada sobre el uso y el significado de las formas gramaticales adecuadas a distintas intenciones comunicativas. Iniciación en estrategias de auto-evaluación y auto-corrección de las producciones orales y escritas. Aceptación del error como parte del proceso de aprendizaje y actitud positiva para superarlo. Organización del trabajo personal como estrategia para progresar en el aprendizaje. Interés por aprovechar las oportunidades de aprendizaje creadas en el contexto del aula y fuera de ella. Participación activa en actividades y trabajos grupales. Confianza e iniciativa para expresarse en público y por escrito.

 

Bloque 4. Aspectos socio-culturales y consciencia intercultural. Reconocimiento y valoración de la lengua extranjera como instrumento de comunicación en el aula, y con personas de otras culturas.

 

Identificación de costumbres y rasgos de la vida cotidiana propios de otros países y culturas donde se habla la lengua extranjera. Uso de fórmulas de cortesía adecuadas en los intercambios sociales. Conocimiento de algunos rasgos históricos y geográficos de los países donde se habla la lengua extranjera, obteniendo la información por diferentes medios, entre ellos Internet y otras tecnologías de la información y comunicación. Interés e iniciativa en la realización de intercambios comunicativos con hablantes o aprendices de la lengua extranjera, utilizando soporte papel o medios digitales. Valoración del enriquecimiento personal que supone la relación con personas pertenecientes a otras culturas.

 

Criterios de evaluación

 

1. Comprender la idea general y las informaciones específicas más relevantes de textos orales, emitidos cara a cara o por medios audiovisuales sobre asuntos cotidianos, si se habla despacio y con claridad.

 

A través de este criterio se apreciará la capacidad de alumnos y alumnas para comprender lo esencial de diálogos emitidos cara a cara o por medios audiovisuales, aunque no se comprenda su totalidad. Se trata de evaluar esencialmente si se identifica el significado de instrucciones, comentarios, preguntas y respuestas, diálogos cortos, descripciones y narraciones breves. 2. Comunicarse oralmente participando en conversaciones y en simulaciones sobre temas conocidos o trabajados previamente, utilizando las estrategias adecuadas para facilitar la continuidad de la comunicación y produciendo un discurso comprensible y adecuado a la intención de comunicación. Este criterio evalúa la capacidad de comunicarse oralmente participando en conversaciones, reales o simuladas, sobre temas conocidos. Éstas consistirán esencialmente en plantear y contestar preguntas, intercambiar ideas e información, relatar experiencias sobre temas familiares en situaciones predecibles, utilizando los recursos lingüísticos y las estrategias que aseguren la comunicación. Las producciones podrán tener algunas incorrecciones léxicas, morfosintácticas o fonéticas que no dificulten la comunicación. 3. Reconocer la idea general y extraer información específica de textos escritos adecuados a la edad, con apoyo de elementos textuales y no textuales, sobre temas variados y otros relacionados con algunas materias del currículo. A través de este criterio se apreciará la capacidad para comprender textos diversos: instrucciones, correspondencia, descripciones y narraciones breves, mensajes, cuestionarios, etc. aplicando estrategias básicas de lectura como la inferencia de significados por el contexto o por elementos visuales, o la comparación con las lenguas que conoce. Con este criterio también se evalúa la capacidad de leer textos, en soporte papel o digital, de cierta extensión, para aprender o para disfrutar de la lectura, recurriendo al diccionario cuando sea preciso. 4. Redactar textos breves en diferentes soportes utilizando las estructuras, las funciones y el léxico adecuados, así como algunos elementos básicos de cohesión, a partir de modelos, y respetando las reglas elementales de ortografía y de puntuación. Este criterio evalúa la capacidad para redactar, aunque de forma elemental, notas, descripciones, correspondencia postal o electrónica, o mensajes. Los textos contendrán las palabras de uso habitual, oraciones simples y conectores básicos. Se valorará también la presentación clara, limpia y ordenada, en soporte papel o digital. 5. Utilizar el conocimiento de algunos aspectos formales del código de la lengua extranjera (morfología, sintaxis y fonología), en diferentes contextos de comunicación, como instrumento de autoaprendizaje y de auto-corrección de las producciones propias y para comprender mejor las ajenas. A través de este criterio se apreciará la capacidad de alumnos y alumnas para aplicar sus conocimientos sobre el sistema lingüístico, al usar los aspectos sonoros, de ritmo, entonación y organización de la lengua en actividades diversas, y para reflexionar sobre la necesidad de la corrección formal que hace posible la comprensión tanto de sus propias producciones como de las ajenas. 6. Identificar, utilizar y poner ejemplos de algunas estrategias utilizadas para progresar en el aprendizaje. Este criterio pretende evaluar si se utilizan las estrategias básicas que favorecen el proceso de aprendizaje como: la capacidad de ir valorando los progresos, la reflexión sobre cómo aprende uno mismo más y mejor, la incorporación y aceptación del error como parte del proceso de aprendizaje; la utilización de formas diversas para almacenar, memorizar y revisar el léxico; el uso correcto del diccionario para identificar la acepción adecuada al contexto; el uso de recursos bibliográficos, informáticos y digitales para recabar información, ampliar o revisar aspectos trabajados en el aula, etc. 7. Usar de forma guiada las tecnologías de la información y la comunicación para buscar información, producir mensajes a partir de modelos y para establecer relaciones personales, mostrando interés por su uso. Se trata de valorar con este criterio la capacidad de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación como herramienta de comunicación y de aprendizaje, en actividades habituales de aula y para establecer relaciones personales. Las comunicaciones que se establezcan versarán sobre temas familiares previamente trabajados y se realizarán a partir de modelos. También se tendrá en cuenta la actitud hacia la lengua extranjera, los intentos por utilizarla y si se valora la diversidad lingüística como elemento enriquecedor. 8. Identificar algunos elementos culturales o geográficos propios de los países y culturas donde se habla la lengua extranjera y mostrar interés por conocerlos. Este criterio pretende comprobar que se conocen algunos rasgos importantes del contexto sociocultural y geográfico de los países donde se habla la lengua extranjera y se muestra interés y aprecio por hábitos culturales distintos a los propios y actitudes de respeto hacia los valores y comportamientos de otros pueblos.

 

Segundo curso

 

Contenidos

 

Bloque 1. Escuchar, hablar y conversar. Escucha y comprensión de mensajes emitidos dentro del aula relacionados con las actividades habituales.

 

Obtención de información general y específica de textos orales sobre asuntos cotidianos y predecibles procedentes de diferentes medios de comunicación y con apoyo de elementos verbales y no verbales. Uso de estrategias de comprensión de los mensajes orales: uso del contexto verbal y no verbal y de los conocimientos previos sobre la situación, identificación de palabras clave. Producción de textos orales breves y coherentes sobre temas de interés personal y con pronunciación adecuada. Participación en conversaciones y simulaciones dentro del aula, con pronunciación y entonación adecuadas para lograr la comunicación. Empleo de respuestas adecuadas en situaciones de comunicación en el aula. Desarrollo de estrategias de comunicación para superar las interrupciones en la comunicación y para iniciar y concluir intercambios comunicativos.

 

Bloque 2. Leer y escribir.

 

Anticipación del contenido antes y durante la lectura de textos sencillos.

 

Comprensión de la información general y específica en diferentes textos, en soporte papel y digital, auténticos y adaptados, sobre asuntos familiares y relacionados con contenidos de otras materias del currículo. Iniciativa para leer de forma autónoma textos de cierta extensión. Uso de estrategias de comprensión lectora: identificación del tema de un texto, con ayuda de elementos textuales y no textuales; utilización de los conocimientos previos sobre el tema; inferencia de significados por el contexto, por elementos visuales, por comparación de palabras o frases similares en las lenguas que conocen. Reconocimiento e iniciación en el uso de algunas fórmulas que diferencian el lenguaje formal e informal en las comunicaciones escritas. Composición de distintos textos con ayuda de modelos, atendiendo a elementos básicos de cohesión y utilizando estrategias elementales en el proceso de composición escrita (planificación, textualización y revisión). Comunicación personal con hablantes de la lengua extranjera a través de correspondencia postal o utilizando medios informáticos. Uso de reglas básicas de ortografía y puntuación y valoración de su importancia en las comunicaciones escritas. Interés por la presentación cuidada de los textos escritos, en soporte papel y digital.

 

Bloque 3. Conocimiento de la lengua.

 

Conocimientos lingüísticos: Identificación de elementos morfológicos en el uso de la lengua: sustantivo, verbo, adjetivo, adverbio, preposición, etc.

 

Ampliación de expresiones comunes, de frases hechas y de léxico apropiado a contextos concretos, cotidianos y a contenidos de otras materias del currículo. Uso de las estructuras y funciones más habituales. Reconocimiento y producción de patrones básicos de ritmo, entonación y acentuación de palabras y frases.

 

Reflexión sobre el aprendizaje:

 

Aplicación de estrategias para organizar, adquirir, recordar y utilizar léxico.

 

Uso de recursos para el aprendizaje como diccionarios, libros de consulta, bibliotecas o tecnologías de la información y la comunicación. Reflexión sobre el uso y el significado de las formas gramaticales adecuadas a distintas intenciones comunicativas. Participación en actividades de evaluación compartida, en la evaluación del propio aprendizaje y uso de estrategias de auto-corrección. Organización del trabajo personal como estrategia para progresar en el aprendizaje. Interés por aprovechar las oportunidades de aprendizaje creadas en el contexto del aula y fuera de ella. Participación activa en actividades y trabajos grupales. Confianza e iniciativa para expresarse en público y por escrito.

 

Bloque 4. Aspectos socio-culturales y consciencia intercultural.

 

Reconocimiento y valoración de la lengua extranjera como instrumento de comunicación internacional.

 

Identificación y respeto hacia las costumbres y rasgos de la vida cotidiana propios de otros países y culturas donde se habla la lengua extranjera. Ampliación de fórmulas de cortesía adecuadas en los intercambios sociales. Conocimiento de acontecimientos culturales diversos de tipo histórico, aspectos geográficos o literarios, obteniendo la información por diferentes medios, entre ellos Internet y otras tecnologías de la información y comunicación. Interés e iniciativa en la realización de intercambios comunicativos con hablantes o aprendices de la lengua extranjera, utilizando soporte papel o medios digitales. Valoración del enriquecimiento personal que supone la relación con personas pertenecientes a otras culturas.

 

Criterios de evaluación

 

1. Comprender la idea general e informaciones específicas de textos orales emitidos por un interlocutor, o procedentes de distintos medios de comunicación, sobre temas conocidos.

 

Este criterio quiere valorar la capacidad para comprender la idea general y detalles específicos de exposiciones breves y conversaciones sobre temas familiares. Asimismo se pretende medir la capacidad para comprender la idea general de textos orales procedentes de los medios de comunicación con pronunciación estándar. 2. Participar con progresiva autonomía en conversaciones y simulaciones relativas a las experiencias personales, planes y proyectos, empleando estructuras sencillas, las expresiones más usuales de relación social, y una pronunciación adecuada para lograr la comunicación. Con este criterio se evalúa la capacidad para desenvolverse en situaciones interactivas que suponen la integración de la comprensión y de la expresión. Las conversaciones se darán en situaciones de dos tipos: las habituales de clase (pedir información y aclaración, pedir permiso, trabajar en grupo, etc.) y las creadas por el docente (juegos, simulaciones, juegos de rol, comunicación a través de las tecnologías de la información y la comunicación, etc.). Los mensajes pueden ser todavía titubeantes y contener errores morfosintácticos y léxico reducido, siempre que el mensaje sea comprensible. 3. Comprender la información general y la específica de diferentes textos escritos, adaptados y auténticos, de extensión variada, y adecuados a la edad, demostrando la comprensión a través de una actividad específica. A través de este criterio se evalúa la capacidad para comprender textos escritos de carácter interpersonal como correspondencia, anuncios, folletos diversos, narraciones, artículos de revistas juveniles, páginas Web, letras de canciones, etc., aplicando estrategias de lectura como la inferencia de significados por el contexto, o los conocimientos transferidos de las lenguas que conoce o vinculados a otras materias del currículo. También se evalúa la capacidad para leer textos, en soporte papel o digital, de una cierta extensión, recurriendo al diccionario de forma espontánea cuando resulte difícil la comprensión global del argumento por desconocimiento de alguna palabra clave, y demostrando su comprensión a través de actividades lingüísticas y no lingüísticas. 4. Redactar de forma guiada textos diversos en diferentes soportes, utilizando estructuras, conectores sencillos y léxico adecuados, cuidando los aspectos formales y respetando las reglas elementales de ortografía y de puntuación para que sean comprensibles al lector y presenten una corrección aceptable. Por medio de este criterio se evalúa la capacidad para expresar por escrito, en soporte papel o digital, de forma comprensible para el lector, descripciones sobre acontecimientos y actividades cotidianas y familiares, narraciones sobre experiencias personales, planes y proyectos, cartas, postales, formularios, y correos electrónicos de forma guiada. Se valorará también la presentación clara, limpia y ordenada, en soporte papel o digital. 5. Utilizar los conocimientos adquiridos sobre el sistema lingüístico de la lengua extranjera, en diferentes contextos de comunicación, como instrumento de autoaprendizaje y de auto-corrección de las producciones propias orales y escritas y para comprender las producciones ajenas. Este criterio evalúa la capacidad para aplicar sus conocimientos sobre el sistema lingüístico y reflexionar sobre la necesidad de la corrección formal que hace posible la comprensión tanto de sus propias producciones como de las ajenas. 6. Identificar, utilizar y explicar oralmente algunas estrategias básicas utilizadas para progresar en el aprendizaje. Este criterio pretende evaluar si se utilizan las estrategias que favorecen el proceso de aprendizaje: como la capacidad de valorar sus progresos, la reflexión sobre el propio aprendizaje, la utilización de formas diversas para almacenar, memorizar y revisar el léxico; el uso correcto del diccionario para identificar la acepción adecuada al contexto; el uso de recursos bibliográficos, informáticos y digitales con el fin de recabar información, ampliar o revisar aspectos trabajados en el aula, la participación en la evaluación del propio aprendizaje, y el uso de algunos mecanismos de auto-corrección. 7. Usar de forma guiada las tecnologías de la información y la comunicación para buscar información, producir textos a partir de modelos y para establecer relaciones personales mostrando interés por su uso. Se trata de valorar con este criterio la capacidad de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación como herramienta de comunicación y de aprendizaje, en actividades habituales de aula y para establecer relaciones personales. Las comunicaciones que se establezcan versarán sobre temas familiares previamente trabajados. También se tendrá en cuenta si se valora la diversidad lingüística como elemento enriquecedor, la actitud hacia la lengua extranjera y los intentos por utilizarla. 8. Identificar y poner ejemplos de algunos aspectos sociales, culturales, históricos, geográficos o literarios propios de los países donde se habla la lengua extranjera y mostrar interés por conocerlos. A través de este criterio se apreciará el conocimiento de los rasgos más importantes y característicos de la sociedad, cultura, historia, geografía y literatura de los países donde se habla la lengua extranjera. Asimismo, se evaluará si alumnos y alumnas muestran respeto hacia los valores y comportamientos de otros pueblos, superando de este modo algunos estereotipos.

 

Tercer curso

 

Contenidos

 

Bloque 1. Escuchar, hablar y conversar. Comprensión de instrucciones en contextos reales y simulados.

 

Escucha y comprensión de información general y específica de mensajes cara a cara sobre temas concretos y conocidos. Escucha y comprensión de mensajes sencillos emitidos por los medios audiovisuales pronunciados con lentitud y claridad. Uso de estrategias de comprensión de los mensajes orales: uso del contexto verbal y no verbal y de los conocimientos previos sobre la situación, identificación de palabras clave, identificación de la intención del hablante. Producción oral de descripciones, narraciones y explicaciones breves sobre acontecimientos, experiencias y conocimientos diversos. Participación en conversaciones y simulaciones sobre temas cotidianos y de interés personal con diversos fines comunicativos. Empleo de respuestas espontáneas a situaciones de comunicación en el aula. Uso progresivamente autónomo de las convenciones más habituales y propias de la conversación en actividades de comunicación reales y simuladas. Uso progresivamente autónomo en el uso de estrategias de comunicación para resolver las dificultades durante la interacción.

 

Bloque 2. Leer y escribir.

 

Identificación del contenido de un texto escrito con el apoyo de elementos verbales y no verbales.

 

Comprensión de la información general y específica de textos, en soporte papel y digital, auténticos, sobre temas cotidianos de interés general y relacionados con contenidos de otras materias del currículo. Lectura autónoma de textos relacionados con sus intereses. Uso de distintas fuentes, en soporte papel, digital o multimedia, para obtener información con el fin de realizar actividades individuales o en grupo. Uso de diferentes estrategias de lectura, con ayuda de elementos textuales y no textuales; uso del contexto, de diccionarios o aplicación de reglas de formación de palabras para inferir significados. Producción guiada de textos sencillos y estructurados, con algunos elementos de cohesión para marcar con claridad la relación entre ideas y utilizando estrategias básicas en el proceso de composición escrita (planificación, textualización y revisión). Reflexión sobre el proceso de escritura con especial atención a la revisión de borradores. Uso progresivamente autónomo del registro apropiado al lector al que va dirigido el texto (formal e informal). Comunicación personal con hablantes de la lengua extranjera a través de correspondencia postal o utilizando medios informáticos. Uso adecuado de la ortografía y de los diferentes signos de puntuación. Interés por la presentación cuidada de los textos escritos, en soporte papel y digital.

 

Bloque 3. Conocimiento de la lengua.

 

Conocimientos lingüísticos: Uso progresivamente autónomo de expresiones comunes, frases hechas y léxico sobre temas de interés personal y general, temas cotidianos y temas relacionados con contenidos de otras materias del currículo.

 

Identificación de antónimos, «falsos amigos» y de palabras con prefijos y sufijos más habituales. Uso de estructuras y funciones asociadas a diferentes situaciones de comunicación. Reconocimiento y producción de diferentes patrones de ritmo, entonación y acentuación de palabras y frases.

 

Reflexión sobre el aprendizaje:

 

Aplicación de estrategias para organizar, adquirir, recordar y utilizar léxico.

 

Organización y uso, cada vez más autónomo, de recursos para el aprendizaje, como diccionarios, libros de consulta, bibliotecas o tecnologías de la información y la comunicación. Análisis y reflexión sobre el uso y el significado de diferentes formas gramaticales mediante comparación y contraste con las lenguas que conoce. Participación en la evaluación del propio aprendizaje y uso de estrategias de autocorrección. Organización del trabajo personal como estrategia para progresar en el aprendizaje. Interés por aprovechar las oportunidades de aprendizaje creadas en el contexto del aula y fuera de ella. Participación activa en actividades y trabajos grupales. Confianza e iniciativa para expresarse en público y por escrito.

 

Bloque 4. Aspectos socio-culturales y consciencia intercultural.

 

Valoración del uso de la lengua extranjera como medio para comunicarse con personas de procedencias diversas.

 

Identificación de rasgos comunes y de las diferencias más significativas que existen entre las costumbres, usos, actitudes y valores de la sociedad cuya lengua se estudia y la propia, y respeto hacia los mismos. Uso apropiado de fórmulas lingüísticas asociadas a situaciones concretas de comunicación (cortesía, acuerdo, discrepancia...). Conocimiento de los elementos culturales más significativos de los países donde se habla la lengua extranjera: literatura, arte, música, cine...; obteniendo la información por diferentes medios, entre ellos Internet y otras tecnologías de la información y comunicación. Interés e iniciativa en la realización de intercambios comunicativos con hablantes o aprendices de la lengua extranjera, utilizando soporte papel o medios digitales. Valoración del enriquecimiento personal que supone la relación con personas pertenecientes a otras culturas.

 

Criterios de evaluación

 

1. Comprender la información general y específica, la idea principal y algunos detalles relevantes de textos orales sobre temas concretos y conocidos, y de mensajes sencillos emitidos con claridad por medios audiovisuales.

 

A través de este criterio se apreciará la capacidad para seguir instrucciones, comprender avisos, diálogos o exposiciones breves y cara a cara que giren en torno a temas conocidos como ocio y tiempo libre, preferencias, experiencias personales, organización de la clase, y aquéllos en los que identifiquen la intención del hablante. Asimismo, se pretende medir la capacidad para comprender tanto la idea general como informaciones específicas de textos orales procedentes de los medios de comunicación con pronunciación estándar. 2. Participar en conversaciones y simulaciones breves, relativas a situaciones habituales o de interés personal y con diversos fines comunicativos, utilizando las convenciones propias de la conversación y las estrategias necesarias para resolver las dificultades durante la interacción. Con este criterio se evalúa la capacidad para desenvolverse en conversaciones utilizando las estrategias adecuadas para comprender y hacerse comprender con el fin de expresar gustos, necesidades, sentimientos, dar y recabar información, dar opiniones y relatar experiencias. Las conversaciones se darán en relación directa con los interlocutores habituales en el aula o personas nativas conscientes de hablar con estudiantes extranjeros. Los intercambios comunicativos podrán presentar algunas incorrecciones que no dificulten la comunicación. 3. Comprender la información general y todos los datos relevantes de textos escritos auténticos y adaptados, de extensión variada, diferenciando hechos y opiniones e identificando en su caso, la intención comunicativa del autor. A través de este criterio se evalúa la capacidad para comprender diferentes tipos de textos escritos (narrativos, descriptivos, argumentativos) que traten temas de interés general, o relacionados con otras materias del currículo, aplicando las estrategias de lectura conocidas y otras nuevas como la identificación del tema por medio de elementos textuales y para-textuales. Con este criterio también se evalúa la capacidad para leer de forma autónoma libros, noticias, instrucciones, explicaciones, etc., de cierta extensión, en diferentes soportes y con finalidades diversas: recabar o comunicar información para la realización de una tarea específica, aprender contenidos de otras materias y leer por placer o entretenimiento. 4. Redactar de forma guiada textos diversos en diferentes soportes, cuidando el léxico, las estructuras, y algunos elementos de cohesión y coherencia para marcar la relación entre ideas y hacerlos comprensibles al lector. Este criterio evalúa la capacidad para comunicarse por escrito, para la elaboración y revisión de borradores y para la elección del registro adecuado. Los textos presentarán como mínimo una sintaxis simple y fácilmente comprensible, léxico limitado pero adecuado al contexto, y la ortografía y la puntuación correctas. Éstos estarán relacionados con las necesidades de comunicación más usuales y las diferentes intenciones comunicativas. En todos los escritos, se evaluará también la presentación clara, limpia y ordenada, y la habilidad en el uso de los medios informáticos para la elaboración y presentación de textos. 5. Utilizar de forma consciente en contextos de comunicación variados, los conocimientos adquiridos sobre el sistema lingüístico de la lengua extranjera como instrumento de auto-corrección y de autoevaluación de las producciones propias orales y escritas y para comprender las producciones ajenas. A través de este criterio se apreciará la capacidad para aplicar de forma cada vez más autónoma sus conocimientos sobre el sistema lingüístico y reflexionar sobre la necesidad de la corrección formal que hace posible la comprensión tanto de sus propias producciones como de las ajenas. 6. Identificar, utilizar y explicar oralmente diferentes estrategias utilizadas para progresar en el aprendizaje. Este criterio pretende evaluar si los alumnos y alumnas utilizan las estrategias que favorecen el proceso de aprendizaje como la valoración de sus progresos y la reflexión sobre el propio aprendizaje; la utilización de estrategias diversas para almacenar, memorizar y revisar el léxico; el uso cada vez más autónomo de diccionarios, recursos bibliográficos, informáticos y digitales; el análisis y la reflexión sobre el uso y el significado de diferentes formas gramaticales mediante comparación y contraste con las lenguas que conoce, la utilización consciente de las oportunidades de aprendizaje en el aula y fuera de ella o el uso de mecanismos de auto-corrección. 7. Usar las tecnologías de la información y la comunicación de forma progresivamente autónoma para buscar información, producir textos a partir de modelos, enviar y recibir mensajes de correo electrónico, y para establecer relaciones personales orales y escritas, mostrando interés por su uso. Se trata de valorar con este criterio la capacidad de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación como herramienta de comunicación y de aprendizaje en actividades habituales de aula, y para establecer relaciones personales tanto orales como escritas. Las comunicaciones que se establezcan versarán sobre temas familiares previamente trabajados. También se tendrá en cuenta si el alumnado valora la diversidad lingüística como elemento enriquecedor, su actitud hacia la lengua extranjera y sus intentos por utilizarla. 8. Identificar los aspectos culturales más relevantes de los países donde se habla la lengua extranjera, señalar las características más significativas de las costumbres, normas, actitudes y valores de la sociedad cuya lengua se estudia, y mostrar una valoración positiva de patrones culturales distintos a los propios. A través de este criterio se apreciará si los alumnos y alumnas son capaces de identificar en textos orales o escritos algunos rasgos significativos y característicos de la cultura general de los países donde se habla la lengua extranjera, si pueden describirlos de forma clara y sencilla y muestran respeto hacia los valores y comportamientos de otros pueblos, superando de este modo algunos estereotipos.

 

Cuarto curso

 

Contenidos

 

Bloque 1. Escuchar, hablar y conversar. Comprensión del significado general y específico de charlas sencillas sobre temas conocidos presentados de forma clara y organizada.

 

Comprensión de la comunicación interpersonal, con el fin de contestar en el momento. Comprensión general y de los datos más relevantes de programas emitidos por los medios audiovisuales en lenguaje claro y sencillo. Uso de estrategias de comprensión de los mensajes orales: uso del contexto verbal y no verbal y de los conocimientos previos sobre la situación, identificación de palabras clave, identificación de la actitud e intención del hablante. Producción oral de descripciones, narraciones y explicaciones sobre experiencias, acontecimientos y contenidos diversos. Participación activa en conversaciones y simulaciones sobre temas cotidianos y de interés personal con diversos fines comunicativos. Empleo de respuestas espontáneas y precisas a situaciones de comunicación en el aula. Uso de convenciones propias de la conversación en actividades de comunicación reales y simuladas. Uso autónomo de estrategias de comunicación para iniciar, mantener y terminar la interacción.

 

Bloque 2. Leer y escribir.

 

Identificación del tema de un texto escrito con el apoyo contextual que éste contenga.

 

Identificación de la intención del emisor del mensaje. Comprensión general y específica de diversos textos, en soporte papel y digital, de interés general o referidos a contenidos de otras materias del currículo. Lectura autónoma de textos más extensos relacionados con sus intereses. Uso de distintas fuentes, en soporte papel, digital o multimedia, para obtener información con el fin de realizar tareas específicas. Consolidación de estrategias de lectura ya utilizadas. Composición de textos diversos, con léxico adecuado al tema y al contexto, con los elementos necesarios de cohesión para marcar con claridad la relación entre ideas y utilizando con autonomía estrategias básicas en el proceso de composición escrita (planificación, textualización y revisión). Uso con cierta autonomía del registro apropiado al lector al que va dirigido el texto (formal e informal) Comunicación personal con hablantes de la lengua extranjera a través de correspondencia postal o utilizando medios informáticos. Uso correcto de la ortografía y de los diferentes signos de puntuación. Interés por la presentación cuidada de los textos escritos, en soporte papel y digital.

 

Bloque 3. Conocimiento de la lengua.

 

Conocimientos lingüísticos: Uso de expresiones comunes, frases hechas y léxico sobre temas de interés personal y general, temas cotidianos y temas relacionados con contenidos de otras materias del currículo.

 

Reconocimiento de antónimos, sinónimos, «falsos amigos» y formación de palabras a partir de prefijos y sufijos. Consolidación y uso de estructuras y funciones asociadas a diferentes situaciones de comunicación. Reconocimiento y producción autónoma de diferentes patrones de ritmo, entonación y acentuación de palabras y frases.

 

Reflexión sobre el aprendizaje:

 

Aplicación de estrategias para organizar, adquirir, recordar y utilizar léxico.

 

Organización y uso, cada vez más autónomo, de recursos para el aprendizaje, como diccionarios, libros de consulta, bibliotecas o recursos digitales e informáticos. Análisis y reflexión sobre el uso y el significado de diferentes formas gramaticales mediante comparación y contraste con las lenguas que conoce. Participación en la evaluación del propio aprendizaje y uso de estrategias de auto-corrección. Organización del trabajo personal como estrategia para progresar en el aprendizaje. Interés por aprovechar las oportunidades de aprendizaje creadas en el contexto del aula y fuera de ella. Participación activa en actividades y trabajos grupales. Confianza e iniciativa para expresarse en público y por escrito.

 

Bloque 4. Aspectos socio-culturales y consciencia intercultural.

 

Valoración de la importancia de la lengua extranjera en las relaciones internacionales.

 

Identificación de las características más significativas de las costumbres, normas, actitudes y valores de la sociedad cuya lengua se estudia, y respeto a patrones culturales distintos a los propios. Conocimiento de los elementos culturales más relevantes de los países donde se habla la lengua extranjera, obteniendo la información por diferentes medios, entre ellos Internet y otras tecnologías de la información y comunicación. Interés e iniciativa en la realización de intercambios comunicativos con hablantes o aprendices de la lengua extranjera, utilizando soporte papel o medios digitales. Uso apropiado de fórmulas lingüísticas asociadas a situaciones concretas de comunicación: cortesía, acuerdo, discrepancia... Valoración del enriquecimiento personal que supone la relación con personas pertenecientes a otras culturas.

 

Criterios de evaluación

 

1. Comprender la información general y específica, la idea principal y los detalles más relevantes de textos orales emitidos en situaciones de comunicación interpersonal o por los medios audiovisuales, sobre temas que no exijan conocimientos especializados.

 

Con este criterio se evalúa la capacidad de alumnos y alumnas para comprender mensajes emitidos en situación de comunicación cara a cara y que giren en torno a necesidades materiales y relaciones sociales, sensaciones físicas y sentimientos u opiniones. Asimismo se pretende medir con este criterio la capacidad para comprender charlas, noticias y presentaciones, emitidas por los medios de comunicación audiovisual de forma clara, breve y organizada. 2. Participar en conversaciones y simulaciones utilizando estrategias adecuadas para iniciar, mantener y terminar la comunicación, produciendo un discurso comprensible y adaptado a las características de la situación y a la intención comunicativa. Con este criterio se valora la capacidad para desenvolverse en conversaciones con intenciones comunicativas diversas (entablar relaciones, exponer, narrar y argumentar, describir y dar instrucciones), utilizando las estrategias y los recursos que aseguren la comunicación con los interlocutores habituales en el aula o hablantes nativos. Los intercambios comunicativos contendrán elementos de coordinación y subordinación básica que pueden presentar algunas incorrecciones que no dificulten la comunicación. 3. Comprender la información general y específica de diversos textos escritos auténticos y adaptados, y de extensión variada, identificando datos, opiniones, argumentos, informaciones implícitas e intención comunicativa del autor. A través de este criterio se apreciará la capacidad para comprender los textos más usuales y útiles de la comunicación escrita, o textos literarios y de divulgación que traten temas relacionados con la cultura y la sociedad de los países donde se habla la lengua extranjera estudiada, aplicando las estrategias adquiridas y progresando en otras nuevas como la realización de inferencias directas. Con este criterio también se evalúa la capacidad para leer de forma autónoma textos de mayor extensión con el fin de consultar o buscar información sobre contenidos diversos, para aprender, o por placer o curiosidad, haciendo uso correcto de diccionarios y de otras fuentes de información en soporte papel o digital. 4. Redactar con cierta autonomía textos diversos con una estructura lógica, utilizando las convenciones básicas propias de cada género, el léxico apropiado al contexto y los elementos necesarios de cohesión y coherencia, de manera que sean fácilmente comprensibles para el lector. Se trata de apreciar la capacidad para comunicarse por escrito de forma ordenada, iniciándose en la producción de textos libres (avisos, correspondencia, instrucciones, descripciones, relatos de experiencias, noticias...), con una estructura adecuada lógica y prestando especial atención a la planificación del proceso de escritura. En todos los escritos, en papel o en soporte digital, se evaluará la progresiva utilización de las convenciones básicas propias de cada género y la presentación clara, limpia y ordenada. 5. Utilizar conscientemente los conocimientos adquiridos sobre el sistema lingüístico de la lengua extranjera en diferentes contextos de comunicación, como instrumento de auto-corrección y de autoevaluación de las producciones propias orales y escritas y para comprender las producciones ajenas. Este criterio evalúa la capacidad para aplicar sus conocimientos sobre el sistema lingüístico y reflexionar sobre la necesidad de la corrección formal que hace posible la comprensión tanto de sus propias producciones como de las ajenas. 6. Identificar, utilizar y explicar estrategias de aprendizaje utilizadas, poner ejemplos de otras posibles y decidir sobre las más adecuadas al objetivo de aprendizaje. Este criterio pretende evaluar si los alumnos y alumnas utilizan las estrategias que favorecen el proceso de aprendizaje, como la aplicación autónoma de formas diversas para almacenar, memorizar y revisar el léxico; el uso cada vez más autónomo de diccionarios, recursos bibliográficos, informáticos y digitales; el análisis y la reflexión sobre el uso y el significado de diferentes formas gramaticales mediante comparación y contraste con las lenguas que conoce; la utilización consciente de las oportunidades de aprendizaje en el aula y fuera de ella; la participación en la evaluación del propio aprendizaje; o el uso de mecanismos de auto-corrección. 7. Usar las tecnologías de la información y la comunicación con cierta autonomía para buscar información, producir textos a partir de modelos, enviar y recibir mensajes de correo electrónico y para establecer relaciones personales orales y escritas, mostrando interés por su uso. Se trata de valorar con este criterio la capacidad de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación como herramienta de comunicación y de aprendizaje en actividades habituales de aula y para establecer relaciones personales tanto orales como escritas. Las comunicaciones que se establezcan versarán sobre temas familiares previamente trabajados en el aula. También se tendrá en cuenta si el alumnado valora la diversidad lingüística como elemento enriquecedor, su actitud hacia la lengua extranjera y sus intentos por utilizarla. 8. Identificar y describir los aspectos culturales más relevantes de los países donde se habla la lengua extranjera y establecer algunas relaciones entre las características más significativas de las costumbres, usos, actitudes y valores de la sociedad cuya lengua se estudia y la propia y mostrar respeto hacia los mismos. Este criterio pretende comprobar si conocen algunos rasgos significativos y característicos de la cultura general de los países donde se habla la lengua extranjera, si establecen semejanzas y diferencias entre algunos de sus rasgos perceptibles en relación con los propios y si valoran y respetan patrones culturales distintos a los propios.